A criterio de Raúl Azparren, miembro del grupo ciudadano Activos por la Luz en el estado Lara, los continuos bajones de electricidad afectan la calidad de vida de las personas.
Azparren señaló que el equipamiento termoeléctrico de generación que había en Venezuela está inactivo y eso ha originado que el Guri sobre trabaje y que las turbinas fallen por el trabajo excesivo sin el debido mantenimiento, que fue lo que provocó el apagón de 2019 y la crisis con los cortes regulares.
No obstante, aclaró durante una entrevista con el programa En Este País de Radio Fe y Alegría Noticias, que “en términos generales los cortes eléctrico y fluctuaciones han sido menor este año 2023 en comparación con el 2022”.
Según el ingeniero, el 60 % de la generación eléctrica que se produce en el país en la actualidad es hidroeléctrica y el 40 % restante es termoeléctrico.
El experto recordó que la capacidad térmica instalada para el 2014 era de 31 mil megavatios y en este momento “apenas están disponibles 10 mil megavatios”, lo cual podría ser la razón de la crisis.
“No hay capacidad de generación”
Azparren explicó además que el Estado debe racionar porque no existe suficiente capacidad de generación para satisfacer la demanda nacional. “Los racionamientos son parejos en todo el país”.
Sin embargo, aseguró que la zona occidental del país incluyendo los andes, se ven seriamente afectados, en comparación con el resto del país, mientras que “Caracas es una burbuja, no pasa nada”.
“Desde que nacimos como movimiento ciudadano, nuestro primer planteamiento fue recomendarle a la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) diseñar un cronograma nacional de racionamiento como se hizo durante el año 2015”, dijo.
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