A propósito de cumplirse, el próximo 1 de junio, seis años de la suspensión del Programa de Procura de Órganos en Venezuela, Prepara Familia y la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela se reunieron este martes 16 de mayo, en un encuentro organizado por el Observatorio Social Humanitario, para denunciar la situación actual del sistema y exigir su reactivación.
Anabela Arminio, asesora de La ONTV precisó que la actividad de trasplantes de órganos en Venezuela se vio detenida hace varios años debido a la falta de condiciones hospitalarias adecuadas, e insistió en el reto que representa actualmente reiniciar las operaciones pues a su juicio «es necesario reentrenar al personal y volver a contratar porque se fue muchísima gente que está trabajando en trasplante pero en otros países”.
Denunció que no existe en el país programas de trasplantes de cadáver y que el programa de trasplante de donante vivo en Caracas es limitado, “solamente se están haciendo en la clínica El Paraíso, en Maracaibo se han hecho uno o dos trasplantes de donante vivo en el Hospital Coromoto y en el Hospital de Niños J M de los Ríos se hizo en el mes de noviembre un trasplante de donante vivo».
Para Arminio es vital que el Estado venezolano asuma este programa principalmente por lo elevado de los costos que todo el proceso comprende. «El trasplante es muy costoso el primer año, pero a medida que pasa el tiempo, los costos son mucho menores que el procedimiento de diálisis, que también es costoso”.
Por su parte, Katherine Martínez, directora de la organización Prepara Familia aclaró que el sistema de procura de órganos de cadáver a vivo sigue suspendido y que las operaciones que se están realizando son contadas. “Hacer una que otra operación no es la respuesta, la respuesta es contar con un sistema de salud que permita reactivar el programa» expresó.
Martínez detalló que los pacientes en Venezuela con enfermedades crónicas, como el síndrome nefrótico, experimentan grandes inconvenientes en las unidades de diálisis en medio de la crisis económica y la escasez de personal y suministros médicos, lo que genera sufrimiento y desplazamiento del personal de salud. «En el caso de los niños, niñas y adolescentes, que al igual que los adultos, están en una unidad de diálisis, con todas los inconvenientes que significa vivir en Venezuela con una enfermedad crónica se suman todo tipo de inconvenientes porque hay fallas en el suministro de agua, fallas en algunos insumos, problemas con el tema de la enfermería» denunció.
En medio de la opacidad se pierden vidas
Ambas voceras coinciden en que no existen registros oficiales que den cuenta de cuántas personas han muerto por falta de trasplantes o cuántas están siendo dializadas actualmente, sin embargo las organizaciones han venido haciendo un trabajo de acompañamiento a pacientes y a sus núcleos familiares.
«Vemos con mucho dolor como a la fecha, desde el 2017, que se suspendió este sistema, hasta 2022, llevábamos setenta y cinco niños que han fallecido. No podemos decir que todos los niños fallecieron a la espera de un trasplante, cada uno tenía una patología como es una enfermedad crónica. Pero solo en lo que va de año, hemos perdido a tres niños en el JM de los Ríos, uno siempre se pregunta ¿qué hubiera pasado? Estas muertes son evitables, ya sabemos que lo hemos respondido en varias ocasiones, ¿qué hubiera pasado si realmente este sistema estuviera operativo?» añadió Martínez.
Se requiere un enfoque integral
Las especialistas insistieron en la complejidad de esta realidad en un contexto de emergencia humanitaria compleja, a juicio de Martínez “no se puede realizar una operación de alto nivel en un hospital venezolano en las condiciones en que se encuentran actualmente. Estamos hablando de problemas con los servicios públicos, para nadie es un secreto la situación fuerte que vive el sector salud con el suministro de agua. El agua no es regular, usted no puede hacer una operación de alta envergadura sin agua”.
En una crisis multidimensional a los servicios públicos, se le suma la alimentación pues en los hospitales no se garantiza este derecho ni para los niños, ni para los adultos, “las ambulancias, los equipos de imagenología, los laboratorios que continúan sin poder hacer los exámenes porque no cuenta con los reactivos que requieren. Pareciera que nos hubiéramos suspendido en el tiempo, porque las mismas denuncias que hacíamos en el año 2017, las seguimos haciendo ahora”, expresó Arminio.
Finalizaron recordando que la garantía del derecho a la vida y la salud es responsabilidad del Estado venezolano. Y es fundamental que se garanticen todas las condiciones básicas para que se realicen este tipo de operaciones en cualquiera de los hospitales dispuestos para esto.
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