Trabajadores agrupados en los sectores de educación, salud y Corpoelec denuncian ser víctimas de una política de ataque gubernamental que implica dejarlos sin beneficios contractuales y devengando un salario que no cubre sus necesidades más básicas.
María B. Jordán | La Prensa de Lara
Sindicatos de los tres sectores explican que el gobierno se ha negado reiterativamente a discutir las contrataciones colectivas, por lo cual, los ha despojado de beneficios como HCM, y además ha reducido las primas y las interescalas en la tabla salarial.
«Nos están robando todos los beneficios a los trabajadores» dijo Alberto Perozo, secretario de reclamo del sindicato de Corpoelec quien aseguró que no cuentan con un salario acorde a sus necesidades, además no tienen seguros de salud para cubrir cualquier emergencia.
Perozo añadió que el Gobierno Nacional está violando un derecho constitucional «donde está establecido que el salario mínimo debe estar acorde a la canasta alimentaria para que pueden cubrir sus necesidades». Aclaró que lo que hicieron con el reciente incremento de las tablas salariales fue todo un espejismo porque no favorece a la clase trabajadora, sino que por lo contrario le redujeron sus primas y le anclaron los bonos al salario.
Hace 10 años, un seguro de salud o un HCM tenía cobertura total, pero eso sólo quedó en el recuerdo, pues cuando un trabajador asiste a una clínica no le cubre ni siquiera una emergencia. «Ahora tienen que ir a centros de salud pública» explicó Jhonny Castañeda, secretario del Sindicato de Obrero de la Unexpo (Sounexpo). Agregó que hace años podían acceder a cirugías, partos, hospitalizaciones y hasta servicios de odontología y oftalmología para el trabajador y sus familiares.
Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores dijo que el Gobierno desde 2016 se ha empeñado en destruir todos los beneficios sociales y económicos del trabajador y por eso es que muchos abandonan sus puestos de trabajo. «Ni siquiera es que renuncian, sino que se van, porque saben que no les tocará un arreglo digno» dijo.
«En los sectores educación, salud, y del sector eléctrico e incluso hasta los cementeros, la mano calificada abandona su área porque no se ven incentivados, todo esto es un espejismo, ya que seguimos con las mismas condiciones», dijo Alberto Perozo de Corpoelec.
Para hacerlo más claro, en el sector de educación con las nuevas tablas salariales un docente de la categoría I gana Bs. 329, mientras que la VI que es la más alta devenga Bs. 600; profesores explican que con ese monto no pueden mantener a sus familias ni cubrir medicamentos. Desde que anunciaron esa última tabla salarial los trabajadores han salido de manera constante a las calles para reclamar y exigir unas tablas que se ajusten a la realidad.
Para el economista Naudi Pereira la situación para los trabajadores es desalentadora porque a los empleados del sector público no se les reconocen las cláusulas de las convenciones colectivas y solo ganan un pírrico salario.
El economista agregó que no solo se ven afectados los trabajadores activos, sino también los jubilados y pensionados de todo estos sectores, porque al momento de llegar a esa etapa no cuentan con un salario que les cubra sus necesidades, en especial medicamentos, pero a su vez tampoco con seguros de salud para cualquier emergencia.
A eso le agrega que el Gobierno juega a una política de control social, porque para recibir bonos o bolsa de comida deben estar inscritos en la plataforma Patria y quien no lo tenga es excluido, lo cual no debe ser.
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