Sin rampas en algunas calles, con pasos obstruidos, postes que no cuentan con el sistema braille y poco acceso al transporte público son algunas de las vicisitudes a las que diario se enfrentan las personas con discapacidad motora, física, sensorial, intelectual, psíquica y múltiple que se encuentran en la ciudad.
Lorena Rojas | La Prensa de Lara
El que algunos espacios de la ciudad no se encuentren aptos para ellos hace que la discapacidad aumente su dificultad, puesto a que no hay las condiciones para que aquellos que pudiesen andar de manera independiente, lo puedan hacer con facilidad.
Ermes Parada, quien posee discapacidad visual de uno de sus ojos, cuenta que el andar en la calle se ha vuelto toda una odisea, debido a que estaría perdiendo la visión de su otro ojo y a veces no ve lo que obstruye su camino.
«En los postes debería haber placas que tengan el sistema braille el cual nos indicaría a que dirección nos estamos dirigiendo, también en todas las calles sin excepción deberían haber rampas y el paso por las aceras debe estar libre, a veces hay puestos policiales y buhoneros que se ubican allí y no dejan pasar», aseguró.
Asimismo en el transporte público es otro de los grandes problemas a los que tienen que enfrentarse estas personas, sobre todo los que cuentan con discapacidad motora, puesto a que hay unidades a las que no pueden abordar por no tener espacio y porque además pueden recibir malos tratos de algunos choferes y colectores que a veces prefieren no subirlos a la unidad porque restan espacio para otros pasajeros.
Señalan que también se ven afectados en materia educativa, porque las escuelas públicas no cuentan con salones especiales para atenderlos y que la mayoría de las escuelas para personas con discapacidad se encuentren al este de la ciudad, lo que imposibilita el traslado de algunos niños y jóvenes que se encuentran hacía el norte, oeste y sur.
También el poco acceso a la alimentación se ha vuelto un obstáculo, porque en su mayoría su principal fuente de «nutrición» lo reciben a través de las bolsas CLAP, las cuales no llegan constantemente y además no tienen las proteínas que requieren para evitar descompensarse.
Igualmente señalan que no hay una buena atención médica pública para algunos de los pacientes, sobre todo los que tienen discapacidad visual, ocasionado por desprendimiento en retinas.
«Operan cataratas y otras patologías, pero el desprendimiento de retina en el sector público no hay, lo que ha hecho que algunas personas pierdan completamente su visión, porque una intervención en el sector privado tiene un costo aproximado de 6 mil dólares», aseguró Parada.
La reformarán
Buscando que sus derechos dejen de ser vulnerados, las personas con discapacidad desde hace algunas semanas se encuentran reformando los artículos de la ordenanza municipal para su movilidad, la cual se encontraba engavetada desde el año 2009 y que no fue aprobada por falta de presupuesto durante la gestión de Amalia Sáez.
Se actualizaran los 43 artículos que se encuentran en la ordenanza, debido a que por su antigüedad están obsoletos.
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