El deterioro y la falta de personal dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) ha desatado una persecución contra los militares que se han negado a combatir en el estado fronterizo de Apure, donde desde el pasado 21 de marzo se enfrentan a una facción disidente del grupo de las FARC liderado por Iván Márquez y Jesús Santrich.
Por Beatriz Galindo y Carola Briceño para la alianza informativa de The Latam Post, Cima News Digital y El Nacional.
En los últimos días la tensión se ha apoderado de la institución militar ante la evidente desventaja de la fuerza pública del chavismo frente a una guerrilla súper entrenada y armada con los mismos equipos de un ejército regular.
Esta realidad ha llevado a que decenas de militares hayan decidido desertar de sus comandos o evadir con diversos argumentos su traslado a la zona de conflicto, dejando cada vez menos hombres a la ya diezmada institución castrense, que en los últimos años ha sido abandonada por centenares de jóvenes militares que huyen del país en busca de libertad y una mejor situación económica.
Órdenes de aprehensión por no combatir en Apure
De acuerdo a información confidencial conocida por la alianza informativa de The Latam Post, Cima 360 y El Nacional, el pasado 13 de abril se libraron 21 órdenes de aprehensión contra oficiales y personal de tropa por “deserción, abandono de servicio y desobediencia”.
En su mayoría son mujeres, quienes, de acuerdo a fuentes militares, se habrían mostrado en desacuerdo con exponer sus vidas en un conflicto con las particularidades del actual.
A los militares les resulta “extraño” que todas las órdenes de aprehensión hayan sido el mismo día, especialmente en medio de un momento de persecución y amenaza contra todo aquel que se niega a combatir en Apure.
El documento, no obstante, deja claro entre los uniformados el tipo de medidas y sanciones que se están tomando.
Esta misma semana se conocieron las detenciones de al menos dos militares que se negaron a integrarse a las fuerzas de combate en Apure. Ante su negativa, un joven oficial y un sargento habrían sido trasladados a la sede de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en Boleíta, Caracas, de acuerdo a testimonios de fuentes del lugar.
Al tiempo que estas órdenes de captura y aprehensiones se producían en distintas partes de Venezuela, también se registró la detención de dos militares y el traslado de otros tres en Apure. Los uniformados fueron acusados de pertenecer a un Grupo Estructurado de Delincuencia Organizada (GEDO), hecho del que la institución militar no aportó más detalles, excepto los nombres y los cargos.
Durante la operación militar Escudo Bolivariano Lanceros de los Llanos, el pasado 10 de abril, realizaron la detención preventiva del Teniente de Navío Roberth de Jesús Desantiago Alonso, Comandante del Puesto Naval Guafitas y del teniente Jorge Luis Valdivieso, Comandante del Puesto Naval El Amparo.
Asimismo se llevó a cabo la presentación del Sargento Mayor 2 Edgar Eduardo Márquez Vera enla 92 Brigada de Caribes, quien supuestamente estaba bajo investigación por la presunta relación con un grupo criminal de Apure.
De igual forma se realizó el traslado desde el DF-353 de la GNB hasta la sede de la BACIM N° 33 Guasdualito del Teniente de Navío José Pumar Villamizar, Comandante del Puesto Naval Río Arauca Internacional.
Estas medidas son consideradas “extrañamente coincidentes” por uniformados que admiten que en la institución armada se vive un clima de gran tensión.
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