La Superintendencia de Sociedades, en cabeza de Billy Escobar Pérez, acaba de notificar que rechazó el recurso de apelación presentado por Monómeros, la poderosa productora de fertilizantes venezolana que funciona en Barranquilla, y la somete al máximo grado de supervisión.
Por El Tiempo
La medida se toma en momentos en que, desde Caracas, Álex Saab (ministro del Poder Popular de Industrias en Venezuela) está moviendo hilos para vender los activos tangibles e intangibles de la compañía, antes de que Estados Unidos le imponga nuevas sanciones y de que se venza la licencia de la OFAC, en julio próximo.
Los hallazgos de la Súper
Aunque la decisión no detalla las razones detrás del control al que se someterá Monómeros, EL TIEMPO estableció que la Supersociedades encontró que no es cierto que la compañía, tercera en el mercado de fertilizantes, esté agonizando financieramente.
Ese es uno de los argumentos del colombo-venezolano Jorge Pacheco para que se adelante la venta que se cocina tras una reunión con el propio Saab en Caracas, revelada por EL TIEMPO.
En efecto, este diario reveló minutas de compra-venta en donde se habla de 350 millones de dólares por los activos.
Además, de las posturas políticas, que señalan que Pacheco saltó de trabajar con el gobierno interino de Guaidó, cuando se tomó Monómeros, a negociar con el régimen, se habla de cifras distorsionadas para acelerar la venta y trasladarle esos recursos al régimen de Nicolás Maduro.
La postura oficial
Lo que se encontró es que, en 2024, Monómeros aumentó sus ventas un 22 por ciento en ventas, llegando a mover 474 mil 979 toneladas métricas de fertilizantes. Además, alcanzaron un hito en productividad con 548 mil 670 toneladas.
Además, inyectaron más de 16 mil millones de pesos en actualizaciones y nuevas tecnologías.
En la notificación de la Supersociedades, además de confirmar la decisión de someter al máximo grado de supervisión a Monómeros, explica que lo que se busca es «preservar la empresa como unidad productiva y fuente generadora de empleo, ante la situación financiera que presenta oportunidades de mejora en cuanto a sus fuentes de financiación, disminución de ingresos, flujo de caja, entre otros».
«El máximo grado de supervisión, denominado «control», no es una toma de posesión ni habilita a la Superintendencia de Sociedades para coadministrar la Sociedad, quien conserva su autonomía con las limitaciones y para los fines indicados en la Constitución y la ley, con plena garantía de sus derechos», dice la Súper.
Replicando la investigación de EL TIEMPO, el presidente Gustavo Petro, confirmó que la Supersociedades iba a estar atenta al tema de la venta.
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