El medio estadounidense The Hill pidió al Gobierno de EEUU adoptar «acciones urgentes» ante la penetración de China en Cuba, entre ellas «ayudar al pueblo cubano a poner fin a la dictadura antiamericana y apoyar una transición democrática».
En un artículo firmado por el asesor de políticas públicas en temas latinoamericanos y director de la Fundación para la Democracia Panamericana, así como miembro fundador de la plataforma Cuba Decide, Armando Ibarra, este llamó a que EEUU rechace «todos los llamados a negociaciones, concesiones o créditos comerciales para la dictadura cubana» y a «ampliar enormemente el uso de sanciones individuales y específicas para incluir a los funcionarios del régimen cubano que supervisan proyectos militares conjuntos» con China, así como a quienes sirvan como intermediarios «en transacciones ilícitas diseñadas para evadir las restricciones de Estados Unidos».
El análisis llama a Washington a «responsabilizar a la dictadura cubana por matar al líder opositor Oswaldo Payá y oprimir violentamente a manifestantes pacíficos», acusando a los responsables de esos crímenes.
«Pero la amenaza a la seguridad nacional y la estabilidad regional de Estados Unidos requiere mucho más. El Gobierno de Estados Unidos debe encabezar una coalición internacional que trabaje en conjunto para aislar a la dictadura cubana y empujar al país hacia una transición democrática. Esto incluye abogar porque la Unión Europea rompa su Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación con la dictadura cubana e iniciar una revisión de las actividades del Club de París relacionadas con Cuba, para congelar cualquier financiamiento de este grupo de naciones acreedoras hasta que Cuba haga la transición a la democracia», agrega.
Las sugerencias incluyen también que la Marina y la Guardia Costera de los Estados Unidos se prepararen para «interceptar e inspeccionar los envíos a Cuba para evitar la transferencia de armas chinas o rusas y otros equipos militares».
The Hill recuerda que las revelaciones de fuentes de Inteligencia de EEUU en torno a la presunta existencia en la Isla de un centro de espionaje de Pekín y los planes para echar a andar un centro de entrenamiento militar en Cuba hicieron que, en una declaración conjunta, el presidente del Comité de Inteligencia del Senado, Mark Warner, y el vicepresidente, Marco Rubio, calificaran el eje China-Cuba como una «seria amenaza para nuestra seguridad nacional y soberanía».
De acuerdo con el texto, «debemos asumir que la huella de China es mucho más grande y más extensa de lo que la Administración está admitiendo, y que será mucho peor».
«Imagínese las consecuencias de permitir que este eje China-Cuba haga metástasis. China está experimentando la acumulación de armas nucleares más rápida del mundo y tendrá más de 1.000 para fines de la actual década. Algunas de esas armas nucleares podrían encontrar un hogar cálido y tropical en Cuba», advierte el texto.
«Es probable que China busque militarizar a Cuba como palanca para disuadir efectivamente a los Estados Unidos de defender a Taiwán y otros aliados en el Indo-Pacífico, o de preservar nuestra posición en la primera cadena de islas. China podría tratar de contrarrestar la defensa estadounidense de Taiwán, Japón o Filipinas con minas o misiles en el estrecho de Florida, amenazando con cerrar el transporte marítimo en el Golfo de México para paralizar las cadenas de suministro de energía y agricultura de Nueva Orleans y Houston, que son vitales para nuestra seguridad», enumera The Hill.
«China también podría usar a Cuba como escenario para cortar los cables de comunicaciones de fibra submarina en el Caribe, desconectando a Estados Unidos de nuestros vecinos en el hemisferio y desorientando a los políticos como una granada de aturdimiento. En su libro 2034: Una novela de la próxima guerra mundial, el almirante James Stavridis, excomandante supremo aliado de la OTAN y comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, postuló un escenario muy similar en el Océano Atlántico», indica la publicación.
The Hill advierte que «permitir que el eje China-Cuba continúe también sería una catástrofe para las democracias de nuestro hemisferio. Los gobiernos de extrema izquierda en América Latina tendrían cobertura para aferrarse al poder y abusar de sus ciudadanos con impunidad, apoyados por el apoyo cubano y chino. El movimiento de la ‘marea rosa’ que surgió durante los últimos años se convertiría en una amenaza roja, y en poco tiempo el autoritarismo proliferaría en todo el hemisferio, causando crisis económicas y migratorias a una escala mucho más allá de lo que vemos hoy. Nuestra capacidad para proyectar influencia en todo el mundo se vería enormemente disminuida por la creciente amenaza e inestabilidad en nuestra propia región», enfatiza.
«El eje China-Cuba traerá peligros reales a nuestra puerta y le dará a China una influencia irreversible sobre el hemisferio. Esto requiere que Estados Unidos tome medidas antes de que sea demasiado tarde», finaliza el texto.
The Hill es un periódico editado en Washington D. C. desde 1994 que se especializa en temas como la política, los negocios y las relaciones internacionales. Su cobertura incluye el Congreso de los Estados Unidos, la Presidencia y las campañas electorales, por lo que es una publicación de referencia para los miembros del Gobierno estadounidense.
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