Reconocidas personalidades latinoamericanas y de la oposición venezolana enviaron el martes una dura carta al Consejo de la Unión Europea criticando los renovados intentos del alto representante de la UE para las Relaciones Exteriores, Josep Borrell, por entablar un nuevo diálogo con el régimen de Nicolás Maduro sobre una nueva propuesta electoral.
POR ANTONIO MARIA DELGADO – EL NUEVO HERALD
Los suscriptores de la carta—que incluyen a varios ex presidentes latinoamericanos y los dirigentes venezolanos María Corina Machado, Diego Arria y Antonio Ledezma—alegan los esfuerzos de Borrell solo servirán “para minar el consenso internacional sobre la necesidad de establecer un gobierno de transición en Venezuela para re-institucionalizar el país, gestionar la crisis humanitaria, y poder entonces convocar a elecciones presidenciales verdaderamente libres y soberanas”.
El compromiso con esa hoja de ruta ha sido expresado en comunicados y declaraciones de diversos organismos regionales y grupos de naciones abocadas a la resolución de esta cruenta crisis regional, que incluyen a la OEA, al Grupo de Lima, al Grupo Internacional de Contacto, al gobierno de los Estados Unidos y a la misma Unión Europea.
“Pero (…) ahora inexplicablemente se retrotrae con esta inaceptable maniobra del Alto Representante”, sostuvo la misiva, firmada por seis ex presidentes latinoamericanos, parlamentarios de 12 países, incluyendo España, escritores y otras personalidades.
La carta fue enviada pocos días después que la UE anunciara la decisión de Borrell de enviar a dos diplomáticos a Venezuela para continuar contactos con el gobierno, la oposición y la sociedad civil de ese país y discutir formas de realizar elecciones legislativas “justas y libres”.
“No es una misión clandestina, y nunca lo ha sido”, dijo la portavoz de Borrell. “Se trata de una misión de dos diplomáticos del Servicio de Acción Exterior”.
Los diplomáticos tienen previsto dialogar con interlocutores del régimen, de la oposición y con representantes de la sociedad civil, incluyendo a integrantes del sector privado y de la iglesia”. El objetivo de la misión es “precisar qué puede y qué no puede hacer la UE para mejorar las condiciones electorales”, dijo la portavoz en declaraciones publicadas por la agencia AFP.
Esa iniciativa, sin embargo, es un despropósito, frente a los esfuerzos internacionales por salir de un régimen controlado por bandas criminales y denunciado internacionalmente por cometer crímenes de lesa humanidad, explicó Machado.
“Aquí hay unas profundas contradicciones éticas y políticas. La Unión Europea se ha distinguido por llevar la bandera de los derechos humanos y la democracia por décadas”, dijo Machado en una breve entrevista con el Nuevo Herald.
“Es una inadmisible contradicción que el alto representante en asuntos exteriores y de seguridad de la Unión Europea pase ahora a dividir a los opositores y a socavar el apoyo internacional (…) al plantear una ruta que claramente lo que busca es la estabilización del régimen y la permanencia del sistema de mafias en el poder”, agregó.
El carácter criminal del régimen quedó nuevamente demostrada el 16 de Septiembre cuando se publicó un informe de la misión de verificación de hechos de las Naciones Unidas que declara que Maduro es responsable personalmente, junto con varias otras altas figuras del régimen, de crímenes de lesa humanidad.
“Es inadmisible pasar ahora a negociar condiciones mínimas para sostener elecciones bajo esta tiranía”, agregó.
La carta sostiene que llegar a pactar con Maduro nuevas condiciones de votación ayudaría al régimen dejar atrás las presiones generadas en la comunidad internacional por el pronunciamiento de la ONU y solo serviría para que el régimen consiga legitimidad de lo que inevitablemente sería una nueva farsa electoral.
La iniciativa también soslaya intencionalmente tres premisas fundamentales de la tragedia venezolana, que están por encima de cualquier posibilidad de negociar o apoyar algún tipo de condiciones para elecciones con el régimen criminal en el poder, agrega la misiva.
La primera de ella, es la masiva, sistemática y continuada violación de los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad perpetrados por el régimen criminal.
La segunda, es la ausencia de soberanía nacional en Venezuela y la ocupación prolongada por fuerzas y agentes extranjeros, en particular por el contingente cubano, agentes iraníes, y sus grupos terroristas de apoyo, FARC, ELN y Hezbollah.
Y la tercera es la naturaleza criminal transnacional del régimen, con la inédita convergencia del narcotráfico con las mafias financieras del blanqueo de los cientos de miles de millones de dólares saqueados a la nación venezolana: mafiosos de cuello blanco, muchos de los cuales operan pública e impunemente dentro del territorio y el sistema financiero e inmobiliario español.
“Si la Unión Europea tiene dudas sobre estos tres puntos, en vez de conformar una misión de observación para unas elecciones inconstitucionales en un territorio devastado, con una población extenuada y brutalizada, debería conformar una comisión de verificación de hechos para informar al Consejo de Europa y a los gobiernos de la Unión sobre el status de estos tres dramáticos aspectos”, señala el documento.
“Es inaceptable mendigar ‘condiciones mínimas’ a un régimen probadamente criminal, cuyos cabecillas están señalados internacionalmente por crímenes de lesa humanidad y por ser parte de una organización criminal transnacional estructurada. Este concepto de “condiciones mínimas” representaría por sí mismo una violación más a los derechos humanos de los ciudadanos venezolanos, en este caso promovida nada más y nada menos que por la comunidad de naciones que históricamente se ha erguido con el liderazgo mundial en la lucha por el respeto de los derechos humanos”, agregó.
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