Este es un consejo para todas las personas que utilizan maquillaje facial a diario: si no te lavas bien al acabar el día, te puede ocurrir como a una mujer de 50 años en Australia. Una mañana, la paciente apareció en la consulta del médico quejándose de una sensación arenosa en ambos ojos.
Al parecer, la oftalmóloga encontró una serie de horribles manchas negras en el interior de los párpados de la paciente, manchas como resultado de una rutina de belleza un tanto problemática. Según la oftalmóloga Dana Robaei, quien estudio el caso: “la paciente admitió haber usado maquillaje y pestañas postizas durante más de 25 años con una extracción posterior inadecuada”, reseñó A todo momento.
Dicho de otra forma, la mujer se pasó décadas durmiendo con este tipo de máscara artificial, dando como resultado todo tipo de problemas en los ojos. Dentro de los párpados, que están revestidos con la conjuntiva, se pueden apreciar pequeños fragmentos de máscara que se habían acumulado a lo largo de los años y se habían convertido en concreciones solidificadas.
Algunos de estos pedazos duros estaban incluso hurgando en la conjuntiva y rascando las córneas de la mujer, lo que le causaba cierta incomodidad. Según la doctora: “los síntomas eran como si alguien te arrojara un puñado de arena en el ojo, algo constantemente irritante”.
Las máscaras de pestañas negras normalmente consisten en un montón de aceites, ceras y agua mezcladas con negro de carbón y óxidos de hierro para el pigmento. Si el maquillaje no se ha contaminado de alguna manera, los tipos de ingredientes que se usan actualmente son bastante seguros, pero el rímel se desprende de las pestañas tarde o temprano.
Es decir, que si te pones algo en los ojos y nunca te molestas en quitártelo adecuadamente, tiene sentido que parte de esto pueda migrar hacia adentro en algún momento.
Lo que no está claro es qué tipo de máscara usó la paciente, pero algunas de las marcas de alargamiento también contienen pequeños trozos de fibra sintética, y tienen una posibilidad aún mayor de alejarse de las pestañas y dirigirse directamente al globo ocular.
En este caso, esas pestañas negras se congregaban y le irritaban tanto los ojos que terminó con una extraña forma de inflamación crónica, ya que los párpados también contenían enjambres de macrófagos pigmentados, un tipo de célula inmunitaria.
Una vez fue diagnosticada, los médicos tardaron 90 minutos en extirpar quirúrgicamente todos los bultos de los ojos y, como resultado, se quedó con cicatrices permanentes en el párpado y la córnea.
Obviamente, se trata de un caso extremo, pero nunca está de más recordar la importancia que tiene la higiene en nuestro cuerpo.