Según un reciente estudio internacional, la quercetina, un activo común en alcaparras, brócolis, cebollas moradas, cítricos o achicorias, podría ser eficaz contra el virus responsable de COVID-19, actuando sobre la proteína 3CL pro.
El poder inhibitorio descubierto es parte de las conclusiones que surgen de un trabajo liderado por el investigador italiano Bruno Rizzuti, del Instituto de Nanotecnología del Consejo Nacional de Investigaciones (Cnr-Nanotec) de Cosenza, junto a especialistas de las Universidades de Zaragoza y Madrid, y publicada en la Revista Internacional de Macromoléculas Biológicas.
El grupo italo-español descubrió que la quercetina (un flavonoide) tiene un efecto desestabilizador sobre 3CL pro, una proteína del virus esencial para su desarrollo y cuyo bloqueo es clave para el Sars-CoV-2. Para Bruno Rizzuti, «las simulaciones han demostrado que al unirse la quercetina al ‘sitio activo’ de la proteína 3CL pro, impide que esta realice su función correctamente”.
Para la publicación, la molécula tiene una serie de ventajas que la constituyen original e interesante por sus propiedades: antioxidantes, antiinflamatorias y antialérgicas. Y teniendo en cuenta su abundancia en vegetales y frutas, suma el hecho de ser fácilmente tolerada por el cuerpo humano.
Por su simple estructura, la quercetina podría ser la llave para desarrollar un compuesto sintético aún más potente. Se destaca además en los resultados de este trabajo, que debido a su origen natural, el desarrollo no puede ser patentado, lo que permitiría avanzar de manera ágil y sencilla con su utilización.
De la mano de la búsqueda de una vacuna, el desarrollo de drogas antivirales para el coronavirus responsable del Covid-19, es otra línea destacada de estudio que ha puesto en marcha la comunidad científica mundial para superar la pandemia. Misma base que ha sido utilizada para mantener varias enfermedades, entre las que se menciona al VIH.
Trabajos sobre la proteína 3CL pro, con técnicas experimentales diseminadas en decenas de países, ocupan a varios grupos médicos dada su presencia en todos los tipos de coronavirus. Desde la Universidad de Zaragoza, una de las co-autoras del estudio, Olga Abian, sostiene que “la investigación parte de una caracterización experimental de 3CLpro, la principal proteasa de Sars-CoV-2, una proteína con una estructura que consta de dos subunidades idénticas”
Los tratamientos avanzan y no esperan a la vacuna
Otro de los investigadores, Adrián Velázquez-Campoy, de la Universidad de Zaragoza, quien dirigió al equipo y es autor de una anterior investigación sobre fármacos inhibidores de la proteína 3CL pro para el virus Sars que causó el brote de 2003, explicó que “lo más interesante de este trabajo es el cribado realizado sobre 150 compuestos, gracias al cual se identificó la quercetina como molécula activa en 3CL pro”.
La quercetina limita la función enzimática de 3CL pro debido a su efecto desestabilizador sobre la proteína. “Obviamente esperamos que se encuentre una vacuna, pero los medicamentos seguirán siendo necesarios para las personas ya infectadas y para las que no pueden vacunarse” agregó.
No obstante, las conclusiones no son compartidas por toda la comunidad científica, incluso algunos especialistas han hecho serias advertencias. “El de los investigadores italianos y españoles es un trabajo in vitro, no estamos hablando de un estudio clínico”, subrayan los críticos de la publicación.
La proteína 3CL pro se está convirtiendo en un punto farmacológico muy investigado para el SARS-CoV-2 y la quercetina no es la única sustancia que inhibe su actividad. Por ejemplo, hay otro flavonoide, baicalina, capaz de hacerlo. Multiplicados los trabajos por todo el mundo, ninguno de ellos ha alcanzado conclusiones firmes. Por lo tanto, “estamos hablando de noticias para “insiders”, que de momento no tienen ningún impacto en la cura o prevención de Covid”, agrega Calapai.
“Otros autores han publicado que un conjunto de hierbas utilizadas en la medicina china que contienen la molécula son capaces de prevenir un daño renal comparable al de la infección por Sars-CoV-2”, subraya Carla Ghelardini, secretaria de la Sociedad Italiana de Farmacología. Para la medicina china, una decocción particular podría prevenir y tratar el coronavirus a través de acciones antiinflamatorias y basadas en la inmunidad que involucran la activación de células T, linfocitos y leucocitos. La medicina popular de la India también comparte las creencias sobre el potencial de la quercetina contra Sars-CoV-2.
Cautela para la FDA de EE.UU
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU (FDA) acaba de emitir una advertencia. Enrico Bucci, profesor de la Universidad Temple de Filadelfia, EE.UU fue categórico: “La quercetina es un compuesto insoluble que el cuerpo absorbe mal, sin ninguna actividad específica probada”. La cautela está en diferenciar sobre aquellos que promocionan suplementos o beneficios solo con la intención de ganar dinero.
En Estados Unidos, la FDA monitorea a quienes proponen este compuesto como el último descubrimiento contra Covid. El mes de junio pasado, la Administración de Alimentos y Medicamentos, en una carta de advertencia, alertó a algunas empresas para que «no promovieran y vendieran productos a base de quercetina como “terapias” para el tratamiento de Sars-CoV-2″. Para el organismo faltan investigaciones que puedan ser concluyentes.
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