¿Pueden las apps reemplazar el aprendizaje de idiomas en el aula o incluso ayudar a revivir lenguas minoritarias o a punto de extinguirse?
La oferta de idiomas, reales o inventados, que hay en las aplicaciones incluye lenguas que no son lo suficientemente populares como para ser enseñadas en clases nocturnas o en la mayoría de universidades, así reseñó BBC
El esperanto, creado con el fin de contribuir a la paz mundial, el na’vi de Avatar, el élfico o el klingon de Star Trek son algunos de los que se pueden aprender con estas apps.
Guy Baron, jefe de idiomas modernos en la Universidad de Aberystwyth, en Gales, admitió que ha habido «esnobismo» respecto a las aplicaciones, pero dijo que quiere que esta tecnología se use a la hora de enseñar idiomas.
Además de los idiomas ficticios extraños y maravillosos que hay disponibles, la gente también puede optar por las aplicaciones para aprender una lengua popular como el español o el francés, y muchos dicen que lo hacen porque les permite ir a su ritmo y adaptar las sesiones a sus vidas.
Algunas aplicaciones ofrecen pruebas rápidas o la opción de repetir palabras y frases para impulsar así el aprendizaje, mientras que otras tienen programas completos con un tutor como guía y dan la oportunidad de comunicarse con hablantes nativos.
Pero los usuarios aseguran que también existen dificultades, como no llegar a comprender por completo la gramática o extrañar el ambiente de un aula y el apoyo de compañeros de clase.
Baron dijo que las aplicaciones deberían usarse como complemento a los métodos tradicionales, sin excluir la enseñanza presencial.
Para Amy Jo Price, una maestra de Alabama en Estados Unidos, las apps de idiomas se han convertido en parte de su rutina matutina.
Utiliza Duolingo para aprender galés y Mango para gaélico, honrando así sus raíces ancestrales en Gales y Escocia.
«Me conecto a la misma hora todas las mañanas mientras desayuno», dijo.
«Contacté con gente en diferentes páginas de Facebook y me propuse hablar sobre estos idiomas y practicar con ellos».
Eugenia Iglesias, que vive en la Patagonia, Argentina, donde hay un asentamiento galés, dijo que era difícil aprender a través de una aplicación, por lo que también está tomando clases presenciales.
«A veces es un poco complicado porque te pierdes muchas estructuras gramaticales. Tienes que aprender repitiendo oraciones».
«Hago ambas (clases y apps) para tener una comprensión más amplia del idioma galés».
¿Qué idiomas elige la gente?
La gente puede inscribirse en las apps sin que esto implique mucho gasto, a veces incluso de manera gratuita, y aprender a su propio ritmo antes de unas vacaciones o de un evento.
Así, antes de la Copa Mundial de Rugby 2019 que se celebró en Japón, el japonés superó al italiano en popularidad entre los usuarios galeses de la aplicación Busuu.
Es más, se registró un aumento del 97% en el número de usuarios de Busuu en Gales que se apuntaron para aprender japonés en los 12 meses previos al torneo y un aumento del 140% durante la primera semana del campeonato, aunque los desarrolladores no publican el número real de estudiantes, ya que alegan que es información delicada para sus operaciones comerciales.
El español es generalmente uno de los idiomas más populares entre los estudiantes en Reino Unido, tanto en las clases presenciales como en la red, y se considera una de las lenguas más simples de aprender para los angloparlantes.
En Babbel, el 43% de los estudiantes de Gales están aprendiendo español; en Busuu estos son aproximadamente el 28% de sus 450.000 usuarios galeses y en Duolingo, el 25% del total de alumnos estudia este idioma.
En Duolingo, el japonés aumentó un 52% este año, algo que los desarrolladores también atribuyeron al torneo de rugby y a los Juegos Olímpicos de 2020 en Tokio.
Pese a estar cerca, pero no entre los 10 idiomas más populares de Duolingo, el coreano registra un «aumento significativo» entre los usuarios británicos de la app, lo que podría atribuirse al auge del K-pop, música originaria de Corea del Sur.
Cuando la canción Gangnam Style se viralizó en 2012, influyó en la cultura popular y la fama del género ha ido en aumento desde entonces.
A fines de 2019, Duolingo incluyó el árabe y el latín para sus clientes angloparlantes y sus representantes dijeron que era «altamente probable» que uno o ambos alcanzaran el top 10 del próximo año.
¿Cuánto dura la motivación?
En Memrise, 16.500 personas se inscribieron para aprender galés, pero el tiempo promedio que permanecen con el curso por sesión fue de 52 minutos. En cambio, las apenas 646 que aprenden cornuallés registraron un tiempo promedio de tres horas.
Sin lecciones planificadas cada cierto tiempo, seguimiento de la asistencia ni el entorno de una clase: ¿los usuarios persisten con los idiomas que eligen?
«Tradicionalmente, una de las mayores barreras que enfrentan los estudiantes de lenguas es la motivación», dijo el cofundador y CEO de Busuu, Bernhard Niesner.
«En última instancia, lo que descubrimos es que la retención está estrechamente vinculada a la meta de un individuo. Por ejemplo, si alguien está estudiando por motivos laborales, educativos o familiares, este tiende a permanecer mucho más tiempo aprendiendo el idioma que alguien que solo lo hace para viajar o divertirse».
Niesner agregó que generalmente había una «aumento enorme» de nuevos usuarios a principios de enero, «detrás de las resoluciones de año nuevo».
«Además, vemos picos más pequeños, pero notables, al comienzo y al final del verano, que están estrechamente relacionados con los viajes y los estudiantes que regresan a clase».
Ed Cooke, cofundador de Memrise, afirmó que su aplicación utiliza una técnica que hace que las personas «aprendan increíblemente rápido», lo que a su vez los mantiene interesados.
«La gente aprende porque está interesada en las personas y la cultura que forman parte de un idioma. Al final, todos quieren poder comunicarse y conectarse con otros, ese es el primer motivo por el que se comprometieron a aprender una lengua».
«Esta es una de las razones por las que, al convertirlo en un juego, el aprendizaje no involucran a las personas a niveles más profundos: solo les enseñan las palabras y las reglas y no hay conexión con el significado y la emoción detrás de la razón para aprender».
La aplicación utiliza videos con contexto en los que aparecen hablantes nativos. Se grabaron en un tour por Europa hecho en un autobús de dos pisos financiado con crowdfunding.
Duolingo utiliza bromas internas dentro de los cursos para mantener entretenidos a los usuarios.
Babbel, por su parte, tiene un equipo de 150 lingüistas que crean los cursos a mano, lo que significa que cada uno es completamente diferente, con desarrolladores que se centran en ayudar a los usuarios a aprender rápidamente, lo cual es útil para una empresa en la que el 8% de sus clientes admite haber ingresado a la app mientras estaba en el baño.
Babbel dijo que más de la mitad de sus usuarios estudia durante 12 meses o más.
¿Qué piensan los alumnos?
Alex Levinson es de Estados Unidos pero vive en Londres, donde está aprendiendo esperanto y galés a través de una aplicación.
El esperanto se inventó en 1887 y fue diseñado para convertirse en una segunda lengua universal para promover la paz mundial y romper las barreras del idioma.
«Recuerdo que un día estaba buscando los idiomas que tenía Duolingo y me encontré con el esperanto», dijo Alex.
«Pensé que el nombre sonaba interesante, así que lo busqué y aprendí todo acerca de cómo se quiso que fuera un idioma internacional, ya que el creador creía que los conflictos entre países podrían haberse manejado mejor si no hubiera una barrera idiomática. Así que creó el esperanto de forma que fuera fácil de aprender sin importar cual fuera la lengua materna».
Según este joven de 19 años, el esperanto, que carece de un territorio en el que se hable, tiene préstamos de muchos idiomas y, por lo tanto, hace que otras lenguas le resulten más fáciles de aprender y más interesantes.
«Cuando he estudiado un idioma en una clase, he tenido que aprender al ritmo que establece el instructor, lo que puede dificultar el aprendizaje, mientras que, con una aplicación, puedo aprender a mi propio ritmo», cuenta.
«Hace unos meses, tuve la oportunidad de conocer a otro hablante de esperanto en mi universidad y usar el idioma en persona. Al principio estaba nervioso, pero me di cuenta de lo competente que soy en esa lengua y fue muy bueno practicarla».
Milla Leskinen, de Finlandia, está utilizando apps para aprender galés, alemán, italiano, latín, sueco y carelio, el pariente más cercano de su lengua materna, el finlandés.
«Aparte de por mi fascinación general por los idiomas raros, se debe a mi historia familiar, ya que era la lengua materna de mi abuelo materno», dijo.
Su familia formaba parte de la población de habla carelia evacuada de las áreas que Finlandia perdió ante la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial.
La joven de 33 años dijo que aprender a través de una app era la única forma compatible con su trabajo de muchas horas y otros compromisos.
«Al menos puedo practicar galés y los otros a diario, pero una desventaja es que no interactúo con otros hablantes ni llego a tener una comprensión adecuada de la gramática como se da en las clases tradicionales».
Lianne Wilson, que es de Cornualles, en Inglaterra, y vive en Cardiff, está aprendiendo galés y cornuallés.
Y está usando sus habilidades para ayudar a traducir Minecraft y escribir artículos cortos para Wikipedia.
Leah Baird, de Aberystwyth, está aprendiendo polaco para conversar con sus colegas de Polonia en ese idioma.
La joven de 23 años, que también está aprendiendo galés y español, trabaja como guardia de seguridad, limpiadora y asistente personal de alguien con autismo, lo que significa que no tiene tiempo para asistir a clases tradicionales.
«Aunque es más fácil usar la aplicación, ya que solo tengo que dedicarle 10 minutos al día y puedo hacerlo en cualquier momento, sí que extraño estar en una clase con otras personas que tienen la misma cantidad de conocimiento que yo, como cuando estudiaba un idioma en el colegio».
«Creo que hay algo reconfortante en estar cerca de otros cuando estás aprendiendo».
¿Cuál es el punto de vista académico?
Guy Baron, profesor titular de estudios españoles y latinoamericanos, cree que la tecnología debería usarse en todos los niveles de enseñanza.
«Estamos tratando de modernizarlo todo, pero no creo que debas usar uno sin el otro», dijo.
«La enseñanza tradicional de idiomas ha marcado un poco de distancia con esto, especialmente en el nivel de grado universitario. Tal vez ha habido un elemento de elitismo, esnobismo de que los Duolingos y los Babbeles no son para nosotros, peronos estamos dando cuenta de que los alumnos quieren estudiar de forma moderna».
«También depende del nivel: el grado es mucho más intensivo, con estructuras gramaticales complicadas, lectura de literatura, estudios culturales, que no necesariamente queremos en un entorno típico de aprendizaje de idiomas».
«Las aplicaciones son muy conversacionales… no están diseñadas para grados, pero podrían ser recursos adicionales».
El experto contó que estaba usando una aplicación para aprender galés como complemento a clases tradicionales, ya que no siempre puede asistir.
«Es brillante, pero hay una disyunción entre lo que se enseña en la aplicación y en el aula».
«Estás aprendiendo un acento, un dialecto, cuando hay varios diferentes en galés, por lo que es un uso restrictivo del idioma. Pero las ventajas superan cualquier desventaja porque es la forma en que la gente quiere aprender, y las desventajas dependen del nivel».
«No puedo ir a la mitad de mis clases de galés, pero la aplicación hace que siga estudiándolo».
Con información de BBC