Los cruces de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México se han estabilizado en sus márgenes más bajos desde 2020, según datos federales publicados por la cadena CNN.
En septiembre, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos registró alrededor de 54.000 encuentros a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos, según datos federales, lo que marca el tercer mes de descenso desde que entró en vigor la medida ejecutiva.
En comparación con el balance ofrecido en el mes de junio por el Gobierno de Joe Biden, las cifras se redujeron en un 35 %, dado que, en el sexto mes de año, el número de encuentros entre la patrulla y migrantes en la frontera fue de 83 mil 536, el cual, fue considerado el más bajo desde 2021.
Los funcionarios de la administración citan la medida ejecutiva que el presidente Joe Biden anunció en junio, que prohíbe en gran medida a los migrantes solicitar asilo en la frontera sur de Estados Unidos e impone duras consecuencias a quienes cruzan ilegalmente, como causa de la drástica disminución de los cruces.
A los migrantes todavía se les permite solicitar la migración legal a través de otras vías, incluida una aplicación móvil conocida como CBP One. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) procesa mil 450 citas diarias.
“Cuando se han visto cosas como esta, solo se ha hecho cumplir la ley en la frontera, y hay que tener cumplimiento en la frontera, además de colaboración internacional, además de vías afirmativas para que las personas puedan venir por el camino correcto”, dijo un alto funcionario de la CBP a CNN.
La medida de junio se puede activar y desactivar y levantar cuando haya un promedio diario de menos de 1.500 encuentros entre los puertos de entrada, entre otros criterios. Los encuentros diarios actualmente rondan los 1.700.
La inmigración sigue siendo uno de los principales problemas para los votantes y el expresidente Donald Trump la ha convertido en una piedra angular de su campaña, culpando a la vicepresidenta Kamala Harris por el manejo de la frontera entre Estados Unidos y México y recurriendo con frecuencia al tema en la campaña electoral.
La visita de Harris a la frontera entre Estados Unidos y México el viernes fue el ejemplo más claro hasta ahora de su campaña, redoblando la apuesta por la seguridad fronteriza al adoptar normas estrictas que han sido condenadas por algunos sectores del partido demócrata.
“Como presidenta, no solo traeré de vuelta el proyecto de ley de seguridad fronteriza que Donald Trump rechazó, sino que haré más para asegurar nuestra frontera. Para reducir los cruces fronterizos ilegales, tomaré más medidas para mantener la frontera cerrada entre los puertos de entrada”, dijo. “Presentaremos cargos penales más severos contra los infractores reincidentes”, aseguró.