El príncipe Andrés, al que la prensa británica vincula con los escándalos sexuales del magnate estadounidense Jeffrey Epstein, afirmó el sábado que nunca vio ni sospechó que se hubieran producido abusos sexuales cuando estaba en compañía del multimillonario, que se suicidó en una cárcel.
«En ningún momento, durante el tiempo limitado que pasó con él, vi o fui testigo o sospeché de algún comportamiento como los que condujeron a su detención y a su condena» afirmó el duque de York mediante un comunicado del palacio de Buckhingham.
El segundo hijo de la reina Isabel II defendió su amistad con Epstein y aseguró que quería «aclarar los hechos para evitar nuevas especulaciones».
Andrés explica que conoció a Jeffrey Epstein en 1999 y que luego lo vio de «manera irregular y probablemente no más de una o dos veces al año» e indicó igualmente que se había alojado «en varias de sus residencias».
El príncipe reafirmó también que «lamentaba» haber visto de nuevo a Epstein tras la liberación de éste en 2010. El magnate había purgado una pena de cárcel tras haber sido condenado en 2008 por haber inducido a jóvenes a prostituirse en Florida.
Acusado de agresiones sexuales a menores, Jeffrey Epstein había sido de nuevo detenido e inculpado a principios de julio por haber organizado, durante varios años, una red constituida de decenas de jóvenes, algunas estudiantes de secundaria, con las que mantuvo relaciones sexuales en sus numerosas propiedades, en particular en Manhattan y en Florida.
Fue hallado muerto el 10 de agosto en su celda en Nueva York, y los resultados de la autopsia confirmaron un suicidio por ahorcamiento.
«Su suicidio deja numerosas cuestiones sin respuesta», declaró el príncipe Andrés, que expresó su «compasión para todos aquellos afectados por sus acciones y su actitud».