Los casos diarios de COVID-19 en Senegal casi se duplicaron de la noche a la mañana a su nivel más alto desde que comenzó el brote, dijo el Ministerio de Salud, solo un día después de que el presidente Mackey Sall amenazara con volver a imponer estrictas medidas de seguridad si los casos seguían aumentando.
Sall amenazó el viernes con cerrar las fronteras y volver a imponer el estado de emergencia luego de que el país registrara 736 casos en un solo día, estableciendo un nuevo récord por tercera vez en una semana.
Pero el sábado, el Ministerio de Salud anunció que se habían detectado 1.366 casos en las últimas 24 horas, eclipsando los registros anteriores.
Si bien tanto los casos como las muertes por COVID-19 en Senegal han sido relativamente bajos, Senegal, al igual que muchos países africanos, ha tenido dificultades para asegurar las dosis suficientes para vacunar adecuadamente a su población de casi 16 millones.
Casi 50 naciones africanas, sin embargo, están en línea para recibir 25 millones de dosis de Estados Unidos, y los primeros envíos a Burkina Faso, Djibouti y Etiopía se esperan en los próximos días.
En Dakar, la capital de Senegal, las precauciones contra el coronavirus se han abandonado en gran medida. No hay restricciones de movimiento o reuniones, y los residentes con frecuencia se mueven sin máscaras.
Muchos senegaleses también viajarán este fin de semana antes de la festividad musulmana de Eid al-Adha, que tradicionalmente incluye reuniones religiosas y sociales donde las infecciones pueden propagarse.
Se han reportado 50.374 infecciones y 1.214 muertes relacionadas con el coronavirus en Senegal desde que comenzó la pandemia, según cifras del Ministerio de Salud.
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