Brasil y Argentina se citaron en el mítico Estadio de Maracaná, recinto en el que se citaron por última vez en la última final de la Copa América que ganó la Albiceleste. El partido estuvo en duda, pues antes del pitazo inicial por unos lamentables incidentes que protagonizaron la hinchada visitante ante la policía local, que hizo que el fantasma de la suspensión apareciera.
A pesar de que la Albiceleste se retiró del campo ante solicitud de Lionel Messi, las acciones lograron iniciarse en un partido totalmente desvirtuado por el clima caliente y los dos equipos se dedicaron a cortar cada iniciativa rival y rápidamente se llenaron todos de amarilla.
Conforme pasaban los minutos, los locales fueron los que tuvieron la iniciativa y si bien no fueron una aplanadora, Emiliano Martínez tuvo que pasar algunos sustos, quien tuvo unas respuestas positivas cuando fue exigido.
Sin embargo, los trasandinos resistieron y sacaron provecho de quizá la única que tuvieron en una pelota parada. Desde un tiro de esquina se envió un tremendo centro por parte de Giovanni Lo Celso que consiguió la cabeza de Nicolás Otamendi, quien con un tremendo salto la mandó a guardar para darle la ventaja a los suyos al minuto 63.
De esta manera, Argentina es puntera de las Clasificatorias Sudamericanas con 15 puntos y Brasil, que se quedó por 10 por la expulsión de Joelinton por parte del chileno Piero Maza, pierde por primera vez en su historia como local y lo hace en su estadio más simbólico. Además, acumulan cuatro partidos sin ganar, siendo tres derrotas seguidas.
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