Por primera vez en un lustro, la incertidumbre reina en la NBA en general y en la Conferencia Oeste en particular. Los movimientos de la última Agencia Libre, una de las más emocionantes en la historia de la liga, reconfiguraron el mapa de candidatos para la temporada 2019-20 que comenzará el próximo 22 de octubre. La dinastía que trazó Golden State Warriors durante los últimos cinco años está en jaque y, por primera vez desde que conquistaran el título en 2014-2015, no son los máximos candidatos al título. En cambio, tendrán que embarcarse en una renovación que Stephen Curry advirtió como un reto «divertido».
El cambio de paradigma en la NBA es evidente: hoy las estrellas dominan a voluntad el diseño de la liga. La decisión de Kawhi Leonard, quien eligió a Los Angeles Clippers en detrimento de Los Angeles Lakers, frustró la construcción de un nuevo Big Three e inauguró una nueva dimensión de cara a la próxima temporada: el Oeste será aún más salvaje y en el Este tampoco existen demasiadas certezas aunque Milwaukee Bucks parte como candidato.
El salvaje Oeste
Golden State Warriors: tras caer en las Finales frente a Toronto Raptors, la partida de Kevin Durant a Brooklyn Nets conmocionó a un equipo que deberá reconstruirse. Con Stephen Curry como piedra basal, consiguieron renovar a Klay Thompson -sin fecha de regreso tras someterse a una cirugía tras la lesión que sufrió en el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en el último partido frente a los Raptors- y recibieron a D’Angelo Russell en el sign&trade a cambio de Durant.
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Russell, quien a sus 22 años vivió mil vidas en apenas cuatro temporadas, rubricó en 2018-2019 la mejor producción de su carrera con 21.1 puntos, 7 asistencias, 3.9 rebotes y 1.2 robos en 30.2 minutos. Finalista al premio al Jugador de Mayor Progreso, lideró a los Nets hasta la postemporada. Con un estilo similar al de Curry, podría ser el tercer Splash Brother o ser utilizado como moneda de cambio si no encaja en la estructura de Kerr. Además de la partida de Durant, Golden State deberá matizar también las bajas de Andre Iguodala y Shaun Livingston, claves en su hegemonía
Denver Nuggets: después de competir mano a mano con Golden State durante la última temporada regular, mantuvieron intacta su base. Renovaron a Jamal Murray por cinco años y ejercieron su opción de equipo sobre Paul Millsap para apuntalar con su experiencia a un equipo joven. Jerami Grant, desde Oklahoma City Thunder, fue la única incorporación para un conjunto con una insondable proyección en torno a Nikola Jokic. Por lógica, los Nuggets deberían ser incluso mejores que el año pasado.
Houston Rockets: la relación entre James Harden y Chris Paul no daba para más. Los problemas de vestuario entre ambas estrellas fueron evidentes, especialmente después de la eliminación en las semifinales del Oeste frente a Golden State Warriors. Obligados a elegir, la respuesta de los Rockets fue obvia: Harden es el epicentro del esquema de Mike D’Antoni. Ante tal situación, los Rockets enviaron a Paul a Oklahoma City Thunder y se adueñaron de Russell Westbrook, una de las estrellas de la liga que durante las últimas tres campañas consiguió lo imposible: promediar un triple-doble durante la temporada.
Existen múltiples dudas e incógnitas sobre cómo congeniarán Harden y Westbrook, compañeros en el pasado en Oklahoma City Thunder y amigos fuera de la cancha. El flamante base de Houston no es el hombre ideal para la estructura de tiradores que diseñaron Daryl Morey y D’Antoni, pero Westbrook aliviará la carga descomunal de uso a la que Harden se vio obligado durante la última campaña. Convertidos en MVP, se reunirán en Houston.
Utah Jazz: uno de los grandes ganadores de la última Agencia Libre. En silencio y sin incorporar a una de las estrellas del mercado, potenciaron su equipo a partir de los fichajes que consiguieron. Mike Conley, traspasado desde Memphis Grizzlies, es uno de los bases más subvalorados de la liga, capaz prácticamente de hacer de todo dentro de la cancha. Si se mantiene sano, será el director de orquesta de un equipo que, además, incorporó en él a uno de los mejores defensores perimetrales de la liga.
Utah también sumó a Bojan Bogdanovic, el bosnio que se cargó la ofensiva de Indiana Pacers tras la lesión de Victor Oladipo y redondeó la mejor actuación de su vida con 18 puntos, 4.1 rebotes, 2 asistencias y 42.5% de promedio desde el perímetro. Con Donovan Mitchell y Rudy Gobert afianzados como estrellas del equipo, Utah puede sorprender en el Oeste.
Oklahoma City Thunder: primero fue el fracaso del trío Kevin Durant-Russell Westbrook-James Harden. Tampoco funcionaron las apuestas con Westbrook como protagonista, con Carmelo Anthony y Paul George como adláteres. Después de once años compitiendo a primer nivel en el Oeste, Oklahoma City encarará la primera reconstrucción de su historia. La decisión de Paul George de ser traspasado a Los Angeles Clippers para jugar junto a Kawhi Leonard destruyó desde sus cimientos a un equipo que también traspasó a su emblema, Russell Westbrook, para conseguir activos de cara al futuro. El Thunder no será protagonista en la próxima temporada, pero consiguió acumular una gran cantidad de selecciones para rediseñar su equipo de cara al futuro.
San Antonio Spurs: los texanos recuperarán a Dejounte Murray, uno de los mejores bases jóvenes de la liga y un eximio defensor perimetral. Junto a Derrick White, una de las sorpresas de la última campaña, conformarán uno de los mejores backcourts defensivos de la NBA. DeMar DeRozan y LaMarcus Aldridge volverán a liderar ofensivamente a un equipo contracultural, uno de los pocos en la liga que apuestan por el midrange. La renovación de Rudy Gay y las incorporaciones de Demarre Carroll y Tyus Jones le darán mayor profundidad a la rotación de Gregg Popovich. Si Pop obra otro milagro, los Spurs podrían clasificar a playoffs.
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Los Angeles Clippers: Los grandes ganadores de la Agencia Libre junto a Brooklyn Nets. Después de una temporada fantástica en la que compitieron durante la campaña regular pese a perder a su máximo anotador (Tobias Harris fue transferido a Philadelphia 76ers), en postemporada le robaron dos partidos a Golden State Warriors. La seriedad de su gerencia y la posibilidad de competir ya fueron armas que sedujeron a Kawhi Leonard, el último MVP de las Finales y campeón con Toronto Raptors.
Los Clippers le ganaron la pulseada a los canadienses y, principalmente, a los Lakers. Para convencer a Kawhi, los Clippers también consiguieron a Paul George. La dupla potenciará a un equipo que mantuvo la estructura que le había permitido competir durante el año pasado. Además, serán uno de los mejores equipos defensivos y tendrán en Leonard a uno de los mejores jugadores -si no es el mejor hoy en día- de la NBA.
Los Angeles Lakers: si bien perdieron tiempo esperando por la decisión de Kawhi Leonard, los Lakers consiguieron a Anthony Davis tras entregar a los jóvenes que representaban -en teoría- el futuro de la franquicia. Vale la pena el riesgo que corrieron los Lakers, consiguiendo a uno de los jugadores jóvenes más dominantes de la NBA. Su dupla con LeBron James convierte a los Lakers en uno de los candidatos, aunque la salud de ambos -Davis nunca completó una temporada de 82 partidos y LeBron viene de la peor lesión de su carrera- y la calidad de su rotación construida rápidamente tras la negativa de Leonard generan dudas en torno al futuro.
New Orleans Pelicans: Zion Williamson es motivo suficiente para posar un ojo en los Pelicans durante la temporada. Resignados a perder a Anthony Davis, tuvieron la suerte de conseguir el primer pick del último Draft y elegir a uno de los mejores prospectos universitarios de la historia. En los papeles, Zion ya es una estrella y tiene todo para brillar en la NBA. Ahora tendrá que demostrar en la NBA, donde estará rodeado de jóvenes que pueden potenciarlo.
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Dallas Mavericks: Luka Doncic fue el novato del año pasado y su proyección no tiene techo. Con Kristaps Porzingis recuperado, formarán una dupla que ilusiona a los hinchas de Dallas pero que todavía es una incógnita. ¿Qué pueden hacer juntos? Los Mavericks lo descubrirán a partir de este año. También descubrirán si es suficiente para meterse de lleno en la lucha por los primeros lugares del Oeste.
Las alternativas en el Este
Milwaukee Bucks: el gran candidato. La evolución de Giannis Antetokounmpo es imparable y, tras su campaña como MVP, continuará como líder de un equipo diseñado a la perfección en torno a su talento. Mike Budenholzer edificó un plantel de tiradores que aprovecha los espacios que genera en el perímetro The Greek Freak. Renovaron a Krhis Middleton y a Brook Lopez, dos piezas claves en su estructura. Si bien perdieron a Malcolm Brogdon, firmaron a Wesley Matthews para matizar su baja.
Toronto Raptors: sin dudas fueron los grandes perdedores de la Agencia Libre. La partida de Kawhi Leonard le impedirá repetir el título. Sin margen salarial, tampoco pudieron hacer movimientos para mejorar su plantel. Seguramente podrán competir e incluso ganarse un lugar en Playoffs, pero lejos están de ser candidatos.
Philaldephia 76ers: movimientos importantes en otro de los equipos de mayor talento en el Este. Jimmy Butler se marchó a Miami Heat, Tobias Harris fue renovado por el máximo y consiguieron en la Agencia Libre a Al Horford, uno de los mejores internos de la liga. Los Sixers son un equipo plagado de talento, con Ben Simmons y Joel Embiid como líderes jóvenes. La marcha de JJ Redick a New Orleans Pelicans no será fácil de suplir para un equipo al que le faltan tiradores. Philadelphia sueña con un título y tendrán que demostrar que son capaces de conseguirlo, aunque primero deberán probar que su funcionamiento es posible.
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Boston Celtics: algo pasó en Boston en una Agencia Libre en la que Kyrie Irving y Al Horford, los líderes del equipo en la última temporada, decidieron marcharse. Sin embargo, los Celtics fueron inteligentes para suplir sus bajas. Kemba Walker (Charlotte Hornets) y Enes Kanter (Portland Trail Blazers) llegaron a Boston. Walker es uno de los bases más talentosos -también subvalorados- de la liga y podría ser un salto de calidad como líder con respecto a Irving. Kanter, quien lejos está de ser un especialista defensivo como Horford, influirá en la ofensiva de Brad Stevens. Con Jayson Tatum y Jaylen Brown como emblemas jóvenes, pueden pelear arriba en el Este.
Brooklyn Nets: Kyrie Irving será el nuevo líder de la franquicia hasta que Kevin Durant, probablemente de cara a 2020-21, regrese a la actividad después de su lesión en el talón de Aquiles. Los Nets se hicieron con dos de los agentes libres más deseados del mercado, un salto de calidad para un equipo que compitió y clasificó a playoffs en el Este. De todas maneras, ambos son una apuesta: Irving falló como líder en Boston y Durant tendrá que recuperarse de una lesión de la que muchos jugadores no pudieron volver en plenitud.
Miami Heat: Jimmy Butler quería a su propio equipo y lo consiguió. La cultura deportiva que establecieron Pat Riley y Erik Spoelstra durante los últimos años sedujo a Butler, quien intentará convertirse en el jugador emblema del Heat para llevarlos hasta la postemporada. Parten desde atrás, incluso de unos Indiana Pacers que recuperarán a Victor Oladipo.
Con información de La Nación