La nefasta gestión de la crisis del coronavirus ha impulsado que una veintena de congregaciones y movimientos religiosos de Brasil hayan presentado ayer martes ante la Cámara de Diputados una propuesta de «impeachment» contra Jair Bolsonaro. El texto, que se suma a los más de 60 que se acumulan en la Cámara de Diputados a la espera de ser debatida su viabilidad, cuenta con las firmas de casi 400 representantes de diferentes iglesias y movimientos cristianos, entre católicos, anglicanos, luteranos, presbiterianos, bautistas y metodistas.
por ABC
«La principal motivación de esta solicitud está relacionada con la ausencia total de iniciativas por parte del Gobierno para reducir y contener los impactos de la pandemia de la Covid-19», ha explicado el representante del Consejo Nacional de Iglesias Cristianas, el pastor Romi Bencke.
En un acto celebrado en el Salón Verde de la Cámara de Diputados, en donde también han hecho acto de presencia algunos congresistas de la oposición, Bencke ha lamentado que el Gobierno haya «abandonado a la población», a la que ha «negado el derecho a la vida», poniendo como ejemplo «la asfixia de Manaos». La capital de Amazonas ha sufrido en las últimas semanas un recrudecimiento de la pandemia, con un sistema de salud que ha colapsado, con cementerios y crematorios abarrotados, y con los hospitales sin poder atender la demanda de oxígeno de los pacientes afectados por el coronavirus.
Por ello, esta semana el Tribunal Supremo dio luz verde, a petición de la Fiscalía, a una investigación contra el ministro de Salud, Eduardo Pazuello, por un posible delito de omisión en sus funciones, al considerar que actuó demasiado tarde pese a conocer la situación de Manaos.
Irresponsabilidad
En el documento de casi 80 páginas, al que ha tenido acceso la prensa brasileña, se cuestiona a Bolsonaro por, entre otras cosas, actuar «en contra de las recomendaciones de las autoridades sanitarias» y de promover el «uso de medicamentos y tratamientos no corroborados por la comunidad científica».
Este último caso, afirman, acabó «derivando, entre otras consecuencias, en presiones del Ministerio de Salud para utilizar fármacos sin eficacia probada en Manaos, al mismo tiempo que se agotaba el suministro de oxígeno en la ciudad».
Bolsonaro, enumeran, «desoyó las normas obligatorias para el uso de mascarillas, promovió y estimuló aglomeraciones, cuestionó la efectividad y promovió obstáculos para la adquisición de vacunas». En definitiva, Bolsonaro «dejó de hacer lo que estaba obligado a hacer como presidente» y sus acciones «llevaron y siguen conduciendo a la muerte a la población brasileña, generando daños irreparables».
Mientras tanto, Brasil ha confirmado este martes otras 1.214 muertes a causa del coronavirus. Desde el inicio de la pandemia, son 218.878 las personas que han fallecido y más de 8,93 millones las que han contraído la enfermedad, 61.963 en las últimas 24 horas.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.