Turquía registró este lunes un nuevo máximo de muertes por covid-19 en un solo día, con 341 fallecimientos, casi el doble que hace dos semanas, según las cifras difundidos por el Ministerio de Sanidad.
La curva de mortalidad continúa así un ascenso iniciado a mediados de marzo que ha traído casi cada día nuevos máximos, mientras que el número de contagios se ha quedado más o menos estable en los últimos diez días, con 55.000 casos registrados en las últimas 24 horas.
El cierre de hostelería y el toque de queda decretado hace una semana, que ahora rige de las 19.00 de la tarde hasta las 05.00 de la mañana, además de todo el fin de semana, se respeta con mayor puntualidad que en meses anteriores.
Aún así, las asociaciones médicas temen que solo un cierre total del país, lugares de trabajo incluidos, podrá frenar la expansión de la pandemia, cuyo tercer pico en Turquía parece ser mucho más grave que los dos primeros, en abril y diciembre pasados.
Al menos, es lo que sugieren las cifras oficiales, puestas en duda por analistas y partidos de la oposición, al sospechar que la dimensión real del desastre sanitario ha sido siempre superior al declarado.
Por otra parte continúa la campaña de vacunación con el fármaco chino Sinovac, iniciada en enero, y desde inicios de mes también se utiliza, en menor medida, Pfizer-BioNTech.
Unas 7,8 millones de personas ya han recibido las dos dosis de la vacuna, entre ellas todos los trabajadores sanitarios, los mayores de 65 años y los empleados de sectores estratégicos como Defensa, Interior o Justicia.
EFE
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