El presidente brasileño Jair Bolsonaro y el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel profundizaron su hostilidad con un cruce de acusaciones y agresiones en las redes sociales. Asi publica El Nuevo Herald.
El centro de la polémica volvió a ser el programa “Más médicos“. En noviembre pasado, Cuba suspendió su participación en ese programa que enviaba miles de profesionales a Brasil para brindar cobertura a grupos vulnerables en áreas de difícil acceso como reacción a las críticas de Bolsonaro sobre el convenio de cooperación.
La semana pasada, al lanzar un nuevo programa que pretende reemplazar al antiguo “Más médicos”, Bolsonaro dijo que en el pasado se buscaba en verdad “formar núcleos de guerrilla en Brasil”.
“Bolsonaro miente una vez más. Sus vulgares calumnias contra Cuba y el programa Más Médicos jamás podrán engañar al pueblo hermano brasileño”, escribió el gobernante cubano en redes sociales.
El presidente brasileño había dicho también que si “los médicos cubanos fuesen tan buenos” podrían haber evitado en el 2013 la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez, quien anteriormente había sido atendido en La Habana por un cáncer.
Rápidamente, Bolsonaro respondió el sábado a Díaz-Canel, a quien llamó “dictador”, y defendió la transformación del programa médico impulsada por su administración.
“El dictador cubano recibía mil millones de reales –unos $250 millones– por año de Brasil por el trabajo de 10 mil ‘profesionales’ de salud, que vivían en condiciones análogas a la esclavitud”, dijo Bolsonaro.
“El engaño acabó, ahora esos recursos serán utilizados para nuestra salud”, agregó.
Desde su creación en el 2013, bajo el mandato de la entonces presidenta Dilma Rousseff, Más Médicos cubrió las necesidades de salud de población localizada en regiones indígenas y rurales de difícil acceso. Estos fueron los más perjudicados con la salida de los cubanos en noviembre, ya que el gobierno tuvo dificultades para cubrir rápidamente las vacantes y varios municipios quedaron desguarnecidos.
Bolsonaro ha mostrado en varias ocasiones hostilidad hacia la isla e incluso puso en duda la formación profesional de los médicos que actuaban en Brasil.