Estados Unidos aumentó la vigilancia en zonas residenciales de judíos y musulmanes, ante la posibilidad de que se produzcan este viernes manifestaciones a favor de los terroristas palestinos, pero pidió a la población que no se alarme y que siga con su vida normal.
Los responsables de seguridad de Nueva York y Los Ángeles, las dos ciudades más grandes del país, indicaron que reforzarían las patrullas cerca de las sinagogas y los centros comunitarios judíos, aunque aseguraron que no tenían conocimiento de ninguna amenaza concreta.
“La gente no tiene que tener miedo. Nadie tiene que cambiar su forma de vivir”, dijo la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, en una conferencia de prensa.
Por su parte, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, dijo que había ordenado a la policía de la ciudad destinar más recursos a las escuelas y los lugares de culto para asegurarse de que estén protegidos y “que nuestra ciudad siga siendo un lugar de paz”.
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