La Oficina Oval es sinónimo del poder y la majestad de la presidencia estadounidense. Cada presidente cambia la decoración de una sala en gran parte simbólica para ofrecer un sentido de su personalidad y el tipo de presidencia que esperan tener. Biden’s se destaca por la gran cantidad de retratos y bustos de figuras históricas estadounidenses conocidas.
Algunos están emparejados, con pinturas del presidente Thomas Jefferson y el exsecretario del Tesoro Alexander Hamilton colgadas uno cerca del otro; los dos hombres con frecuencia no estaban de acuerdo y se colocaron juntos para ilustrar los beneficios que provienen de diferentes puntos de vista. La oficina de Biden dijo que las pinturas fueron hermanadas «como sello distintivo de cómo las diferencias de opinión, expresadas dentro de las barreras de la República, son esenciales para la democracia».
«Este óvalo es un óvalo para el primer día», dijo Ashley Williams, directora adjunta de Operaciones de la Oficina Oval, mientras le daba a The Post un recorrido exclusivo de 20 minutos por la oficina antes de que Biden pusiera un pie en la sala.
“Fue importante para el presidente Biden entrar en un óvalo que se parecía a Estados Unidos y comenzar a mostrar el panorama de quién será como presidente”, dijo.
Bustos de Martin Luther King, Jr. y Robert F. Kennedy flanquean una chimenea en la oficina. Biden a menudo se refiere al impacto que ambos hombres tuvieron en el país como parte del movimiento de derechos civiles.
Biden también asiente con la cabeza a segmentos de la base del Partido Demócrata a través de referencias históricas. Detrás del escritorio de Resolute hay un busto de César Chávez. La oficina también incluye bustos de Rosa Parks, Eleanor Roosevelt y la escultura de Allan Houser de la tribu Chiricahua Apache que una vez perteneció al difunto senador Daniel K. Inouye (D-HI), el primer japonés-estadounidense elegido para ambas cámaras del Congreso.
Una pintura de Benjamin Franklin pretende representar el interés de Biden en seguir la ciencia. La pintura está colocada cerca de una roca lunar colocada en una estantería que tiene la intención de recordar a los estadounidenses la ambición y los acompañamientos de generaciones anteriores.
Las cortinas de oro claro del presidente Trump han sido reemplazadas por un tono dorado diferente y más oscuro que colgaba en la Oficina Oval del presidente Bill Clinton. La alfombra azul oscuro también estuvo en la oficina durante la administración Clinton.
Los muebles se cambiaron hoy, dijo un asistente. Durante una gira, se le pidió a un periodista que evitara pisar la alfombra recién aspirada para que estuviera en perfectas condiciones cuando llegara Biden. Al ver una mancha de tierra en la alfombra, un asistente se inclinó para quitarla.
Atrás quedaron las banderas de las ramas del ejército que Trump exhibió detrás del Resolute Desk. Biden ha instalado una bandera estadounidense y otra con sello presidencial.
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