Más horas de trabajo para ganar menos: así está Juan desde que comenzaron las masivas protestas en Colombia hace dos semanas.
Los bloqueos, marchas, operativos policiales y retenes han golpeado duro el bolsillo de este pequeño comerciante que cuenta con una tienda en el centro de Bogotá donde vende carne, huevos, frutas, verduras y otros productos de uso cotidiano.
Y asegura a BBC Mundo que, como él, son cientos los vendedores con los que se cruza en las madrugadas en los centros de abasto y que pasan por problemas similares.
Por eso, Juan solo pide una cosa: «Lleguen a un acuerdo».
La protesta
Las manifestaciones callejeras en Colombia tuvieron como detonante la propuesta de reforma tributaria señalada de favorecer a estratos privilegiados que el gobierno de Iván Duque tuvo que retirar en medio de la presión social.
Sin embargo, las protestas no pararon debido a que el país arrastraba otros problemas económicos y sociales que afectaban a diferentes sectores.
Además, las contundencia de las intervenciones policiales y la muerte de manifestantes avivaron aún más la mecha en diferentes puntos del país.
La magnitud de la movilización presiona al gobierno de Duque pero también, casi como víctima colateral, a algunos colectivos socioeconómicos medios y bajos que el Paro Nacional asegura defender
«Tengo que ir tempranito, todavía de noche, a Corabastos (un centro de distribución de alimentos al por mayor de Bogotá) por medio bulto de papa cuando antes me llevaba tres», cuenta Juan.
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