¿Qué países saldrán ganando (o perdiendo) de la crisis económica global provocada por la pandemia del coronavirus? ¿Qué modelo se impondrá? ¿El capitalismo liberal americano o el capitalismo con características chinas? ¿Estados Unidos o China? La respuesta a estas preguntas puede residir en una palabra mágica: confianza.
Pedro Benítez / ALnavío
¿Ha llegado el momento de que China desplace a Estados Unidos del máximo pedestal de las potencias mundiales? Con la crisis global provocada por la pandemia del coronavirus abundan los análisis y predicciones que dicen que así será. Se afirma que nada será igual para la humanidad y que uno de los cambios más trascendentales será la pérdida definitiva de la hegemonía económica mundial por parte de la superpotencia americana.
Muchas grandes trasnacionales de manufacturas van a trasladar parte de sus actividades de las provincias chinas a países cercanos donde pueden operar con más seguridad como Vietnam, Indonesia, Filipinas, Tailandia o incluso otro competidor que se viene abriendo paso: la India.
Incluso, no falta la teoría de la conspiración según la cual esta pandemia fue una acción deliberada por parte del gobierno chino para golpear a las potencias occidentales y responder a la guerra comercial planteada desde Washington. En esta suposición los chinos estarían aprovechando la crisis para comprar a bajos precios las grandes compañías europeas y estadounidenses, y mientras las economías de sus competidores aún están sumergidas en una recesión de la cual no se sabe cuándo saldrán, ya China prendió los motores de su industria y se apresta a tomar ventaja.
¿Pero es todo es cierto? Para intentar responder esta pregunta podemos volver la mirada hacia la última gran pandemia de gripe que se desató a finales de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Estudios recientes estiman que costó la vida de entre 50 y 100 millones de personas, varias veces el número de bajas ocurridas durante ese conflicto.
Fue justamente en esos años cuando se dio el último relevo entre potencias económicas del mundo. Estados Unidos desplazó al Reino Unido del primer puesto como potencia económica mundial (todavía habría que esperar a la Segunda Guerra para que ocupara el lugar como máxima potencia militar).
Una de las consecuencias de la Primera Guerra fue que Nueva York sustituyó a Londres como el centro financiero del mundo y el dólar estadounidense a la libra esterlina como la divisa más importante. Lo que sigue siendo así hasta hoy.
Según el economista e historiador Angus Maddison ya antes de 1914 el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos era mayor que el del Reino Unido (cuna de la Revolución Industrial) y se estimaba que para 1924 rebasaría al de toda Europa. Lo que hizo la Gran Guerra fue precipitar lo que era inevitable.
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