La crisis sanitaria por la pandemia del COVID-19 ha impactado gravemente a la población migrante venezolana, causando que un 43% queden sin empleos que les ayude a sustentar sus gastos de alquiler, comida y medicamentos, revela una encuesta realizada por Equilibrium CenDE, un centro de investigación latinoamericano.
Por Daniela Carrasco | El Pitazo
El estudio realizado a través de encuestas a venezolanos en Colombia, Perú, Ecuador y Chile indica que solo 24% generan ingresos durante la pandemia. Y tan solo 36% de la migración forzosa venezolana asegura contar con un contrato de trabajo.
Debido a que muchos venezolanos trabajaban de manera informal, no poseen mecanismos que los protejan laboralmente en el país en el que residen. Se estima que alrededor de un tercio de los migrantes y refugiados económicamente activos se desempeña como trabajadores independientes.
La investigación destaca que una parte de la población migrante ha podido regresar a sus actividades laborales según las flexibilizaciones de cada país. Las principales actividades que han vuelto a funcionar son el comercio ambulatorio (18%), cocinero y ayudante de cocina (10%), y el comercio en tiendas y establecimientos (6%).
Durante la pandemia, se han hecho más evidentes las brechas de género en cuanto a los venezolanos que continúan laborando: 33% de los hombres se encuentran generando ingresos, mientras que tan solo 17% de las mujeres siguen trabajando.
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