Obligado a asumir la candidatura a la Alcaldía del municipio Libertador tras la inhabilitación del candidato de la APR Eduardo Samán, el exsecretario general del PPT Rafael Uzcátegui acusa a «quienes desde Miraflores promueven la delincuencia electoral» de sentir «terror» ante la posibilidad de que la izquierda resurja «con la fuerza de la ética, la honradez y la decencia».
Para Rafael Uzcátegui, actual candidato de la Alianza Popular Revolucionaria (coalición de disidentes del chavismo) a la Alcaldía del municipio Libertador, enfrentar al régimen de Nicolás Maduro es un nuevo capítulo de la lucha que le ha animado desde sus tiempos de adolescente, cuando se unió a la Juventud del Partido Comunista de Venezuela, la de combatir a los que se enriquecen a costa del sufrimiento del pueblo; convicción que le hace agrupar tanto a quienes ostentaron el poder durante la llamada cuarta república, como a la nueva burguesía «revolucionaria», a la que se refiere como «los nuevos ricos».
Rafael Uzcátegui, otrora combatiente guerrillero y exdiputado al Congreso de la República, asumió la candidatura luego que el abanderado oficial de la APR, Eduardo Samán, exdirector del Indepabis y exministro de Comercio, fuera inhabilitado.
Asegura que el régimen trata con manos de seda a dirigentes políticos cuestionados éticamente o a partidos de dudosa trayectoria, mientras acorrala a los orientados a la izquierda del espectro político, y esto lo atribuye a que un gobierno aburguesado ha pactado con la tradicional oligarquía para entre todos disfrutar lo usufructuado a la nación.
En entrevista con el medio de comunicación TalCual, el exsecretario general del Partido Patria Para Todos (organización que le fue arrebatada mediante una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia), advierte que la jornada del próximo 21 de noviembre servirá para que la población exprese su rechazo a esa burguesía revolucionaria y demostrar que existe un nuevo cuadro político en el país.
Rafael Uzcátegui considera que inhabilitaciones son por «venganza política»
¿Cómo califica la actitud del gobierno de inhabilitar políticamente a los candidatos de la disidencia del chavismo?
La venganza política, el ventajismo, el usar el poder para darle ventajas a sus candidatos, no solamente es rechazable, condenable, sino que es un delito. Quienes actúan así se colocaron en el camino de la delincuencia electoral. Si el CNE hubiera mejorado como se plantea y como lo dice hoy, actuara de manera firme contra el propio Estado, porque es desde el Estado desde donde se han promovido todos los actos de delincuencia electoral. Inhabilitar sin ninguna fundamentación, legalidad o apoyo en la justicia y la Constitución, es un acto de delincuencia electoral. Son delincuentes electorales quienes los han promovido y quienes lo hacen. Y los tribunales de la república, si actuaran con autonomía, actuaran contra los delincuentes electorales.
Se han producido más inhabilitaciones contra disidentes del chavismo que contra la oposición.
La venganza política está en, precisamente, cercar, evitar que la izquierda sea izquierda, que se conduzca con sus valores universales; que se conduzca apoyando y sirviendo al pueblo. Ese es el gran terror de quienes desde Miraflores promueven la delincuencia electoral, el terror de que la izquierda resurja con la fuerza de la ética, la honradez y decencia, evitando que tenga candidatos y que tenga partidos. Hoy, un partido de derecha, un partido corrupto, un partido sin principios es inmediatamente legalizado, mientras que, si actúas en el camino de la ética, no tienes posibilidades de tener partido, te inhabilitan, suspenden o montan cualquier triquiñuela jurídica para impedir tu existencia.
Habrá un nuevo cuadro político, asegura Rafael Uzcátegui
¿Qué importancia tienen las próximas elecciones regionales y locales cuando no se va a incidir en el poder nacional?
Estas elecciones no son unas simples elecciones. Sí se está decidiendo. El 22 de noviembre habrá un nuevo cuadro político. Será la esperanza, aquella vieja esperanza del 21 de noviembre de 1957, de hace 64 años cuando se convocó a una huelga en las universidades públicas que alentó la asonada militar, la respuesta militar del 1° de enero de 1958 y el llamado de los trabajadores caraqueños al paro general del 21 de enero de 1958, fechas todas que vamos a conmemorar porque están signadas por el proceso electoral.
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