Lisbeth Soto es una integrante del Colectivo Popular Fabricio Ojeda en Barquisimeto. El pasado viernes alzó su voz contras las mafias que controlan la venta de gasolina en la ciudad, horas después fue secuestrada por desconocidos y apareció en el Comando 121 de la Guardia Nacional Bolivariana acusada de vender cupos en las estaciones de servicio.
De acuerdo con la red internacional La Izquierda Diario, la joven publicó las irregularidades en la estación de servicio San Luis, ubicada en el Centro Comercial Sambil de la capital larense, donde se organizan colas paralelas para privilegiar a quienes pagan vacuna.
«La denuncia de la detención de Lisbeth Soto en Barquisimeto tiene suficiente gravedad para ser investigada por el Ministerio Público. Los derechos humanos son de todos», manifestó sobre el caso Ramón Guillermo Aveledo, excoordinador de la extinta Mesa de la Unidad Democrática.
La detención también la denunció el Comité Regional del Partido Comunista de Venezuela, seccional Lara.
«Nos solidarizamos con la compañera. Le violaron sus derechos humanos por la detención arbitraria y la violación del debido proceso y el derecho a la defensa. Garantías constitucionales que no respetaron los agentes represivos del Estado para proteger a la corrupción y el tráfico de gasolina», dijo la organización política.
Con información de El Nacional
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