La época navideña está tocando la puerta de los hogares, pero la hiperinflación, la tercera ola de la diáspora y la pandemia por el COVID-19, los hace mantenerse «encerrados» sintiendo que el Grinch, personaje infantil que roba la Navidad, los acecha cada día. Y es que la política económica del gobierno de Nicolás Maduro sigue causando estragos, especialmente para los de menos recursos, porque no tienen forma de hacerle frente a la inflación y a los elevados precios de los alimentos.
Euseglimar González | La Prensa de Lara
A la hiperinflación también se le une la migración de los venezolanos, pero esta vez más fuerte. Las carreteras del país se están llenando de caminantes. Muchas son las historias de madres que dejan a sus hijos con abuelas, huyendo del hambre y de la pobreza para poder darles estabilidad económica una vez cruce la frontera, pero que están conscientes que su familia no podrá vivir las navidades como en años anteriores.
Economistas consultados por LA PRENSA DE LARA indicaron que las personas que dependen de un salario mínimo, son las más afectadas y se ven cara a cara con el hambre, de allí que realmente desean que «esta realidad desaparezca en el menor tiempo posible», porque al final se le ve afectado su nivel de vida, su bienestar, el entorno familiar y poco a poco afecta la capacidad de satisfacer las necesidades del hogar y de los hijos, más para el mes que inicia, época de regalos y de la llegada de «Santa Claus».
César Aristimuño, economista, resaltó que este diciembre será «una Navidad no deseada para la mayoría de los venezolanos», detallando que va desde el punto de vista de la capacidad de compras de los ciudadanos, los precios y el poder adquisitivo tienden a distanciarse cada vez más para esta época, aunado al fuerte impulso que está tomando el dólar paralelo y que se hace mucho más cuesta arriba poder satisfacer las necesidades en la época navideña.
«Diciembre es un mes donde las exigencias de recuerdos son mayores, el compromiso familiar, compromiso con los hijos, regalos, cena y todo lo que implica la Navidad pero que requiere también de dinero», sostuvo el economista.
Aristimuño explicó que el precio del dólar paralelo rompió la barreras del millón de bolívares y que podría sobrepasar las estimaciones de los economistas, quienes esperaban que el umbral mínimo fuese de 1 millón 110 mil bolívares a un máximo de un millón 460 mil, pero asegura que al dólar todavía le queda «cierto espacio», debido a que mañana comienza diciembre y las estimaciones eran para el cierre del año.
Sobre el alza del precio del dólar destacó que este es un año electoral y que noviembre? diciembre, son meses de gastos, por los pagos de utilidades, bonos por parte del gobierno y todo lo que implica en la época. «El volumen de liquidez tiende a crecer y eso presiona el alza en el precio del dólar», apuntó.
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