Hace ocho meses que se anunció con fanfarria que se estaba reinaugurando el Hospital Dr. Rafael Calles Sierra de la Península de Paraguaná, al norte del estado Falcón; incluso Nicolás Maduro, en una transmisión en vivo, hizo entrega de los espacios renovados, a la vez que la ministra de Salud, Magaly Gutiérrez se refirió a las “máquinas de alta gama tecnológica”.
Por Sebastiana Barráez | Infobae
El tomógrafo funcionó hasta hace dos meses; el servicio de Rayos X tiene un mes paralizado y el laboratorio más de un año, aunado a médicos que cobran sin trabajar, empresas privadas que convirtieron a los pacientes en clientes, médicos que le alquilan al hospital los equipos para operar, un jefe de personal que además de declararse gigolo se vende en una plataforma de servicios sexuales y la directora que permanece más en una oficina de la alcaldía que en el importante centro de salud.
El “Dr. Rafael Calles Sierra”, pertenece al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS); a partir del año en curso es un hospital Tipo III, lo que indica que presta servicios de salud en los tres niveles clínicos. Ahí la medicina se convierte en un negocio en detrimento de los pacientes. Paraguaná es un lugar determinante para la empresa petrolera; las dos grandes refinerías, Amuay y Cardón, forman el Centro Refinador Paraguaná (CRP), que antes de la revolución y que el ex ministro Rafael Darío Ramírez Carreño la convirtiera en “roja rojita”, tenía a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) como una de las más empresas petroleras más importantes del mundo.
Mayerling Yanes Guzmán, aunque no tiene especialización médica, ni maestrías y menos aún doctorado, es la directora del importante Hospital Calles Sierra, al que acuden cientos de personas, ante una cada vez más deteriorada prestación de servicio. La lista de productos que un paciente debe comprar para una cirugía incluye todo, desde el algodón en adelante. Médicos, pacientes y personal obrero y administrativo coinciden en afirmar que la directora poco va por el hospital. “Con toda seguridad la va a encontrar en la alcaldía porque ella es la presidente de Fundaprisa (Fundación para la Atención Primaria de Salud)”, creada en el 2004, y que recibe importantes asignaciones del presupuesto que el Concejo Municipal le asigna a esa institución.
La directora Yanes tendrá que explicar, en un caso que cursa en los tribunales, por qué autorizó a la policía del estado Falcon para que ingresara a la sala de hospitalización a entrevistar y grabar a una menor de edad recién dada a luz y convaleciente sin la autorización de los representantes y sin orden judicial alguna. Igualmente, Yennifer López, quien fue destituida como subdirectora del Calles Sierra, tendrá que decirle al Tribunal qué pruebas tiene para señalar a la enfermera Rosa Elena Almera quien estaría injustamente detenida desde hace más de un año.
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