Estados Unidos descartó este martes retirar al régimen cubano de su lista de estados patrocinadores del terrorismo pese a haber sostenido una reunión con autoridades de La Habana sobre cooperación para enfrentar actividades terroristas.
«Estas conversaciones ocurren de forma regular. Seguimos sin tener un cambio de política en cuanto a la presencia de Cuba en la lista«, expresó el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, en una rueda de prensa, reportó EFE.
Patel justificó que Washington y La Habana tienen que llevar a cabo «tareas de cooperación importantes» porque comparten fronteras marítimas, y aseguró que los diálogos de seguridad con funcionarios cubanos se realizan cada cierto tiempo.
Sin embargo, insistió en que «el régimen tiene una larga trayectoria de represión contra la sociedad civil y otros factores que hacen que siga dentro de la lista» de promotores del terrorismo.
Las conversaciones en cuestión tuvieron lugar el jueves y viernes pasado en La Habana, donde representantes de ambos Gobiernos tuvieron un intercambio técnico sobre cooperación para el enfrentamiento al terrorismo.
Tras el evento, Inés Fors Fernández, directora de Temas Bilaterales de la Dirección General de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), dijo al portal oficial Cubadebate que el «compromiso» del régimen «con el enfrentamiento al terrorismo internacional es incuestionable» en una entrevista en la que acusó a «algunos sectores en Estados Unidos» de hacer del tema un «instrumento» en una supuesta «guerra contra Cuba».
Además de plantear el asunto del «secuestro a aeronaves y embarcaciones», el Gobierno cubano volvió a quejarse de la calificación de La Habana como Estado patrocinador del terrorismo, que la funcionaria calificó de «injusta y arbitraria» y como «un obstáculo para una cooperación práctica, profesional y recíproca».
«La presencia de Cuba en esa lista es una acción de coerción política y económica, que desconoce la genuina y honesta voluntad de enfrentar el peligro que entraña el terrorismo«, dijo.
La inclusión del régimen en la lista en enero de 2021 fue una de las últimas decisiones que tomó el Gobierno de Donald Trump antes de dejar el poder.
Estados Unidos justificó entonces la medida, que conlleva varias sanciones, aludiendo a la presencia en la Isla de miembros de la guerrilla colombiana del ELN, que residieron durante años en La Habana mientras sostenían negociaciones de paz con el Ejecutivo de Colombia. En ese tiempo, se adjudicaron la autoría de atentados mortales en su país.
El régimen cubano había salido de la lista en 2015, durante la etapa de acercamiento impulsada por Barack Obama (2009-2017) y frenada por Trump.
La Habana entró a esa lista negra en 1982 «debido a su largo historial de brindar asesoramiento, refugio seguro, comunicaciones, capacitación y apoyo financiero a grupos guerrilleros y terroristas individuales».
EEUU ha señalado al régimen cubano en sus informes por «albergar a varios prófugos estadounidenses de la justicia buscados por cargos relacionados con violencia, muchos de los cuales residen en Cuba desde hace décadas».
El régimen cubano se negó a devolver a Joanne Chesimard, también conocida como Assata Shakur, una fugitiva de las más buscadas por el FBI, quien fue condenada por asesinar al policía estatal de Nueva Jersey Werner Foerster.
En marzo la agencia EFE aseguró que el régimen cubano estaría negociando con Washington la excarcelación y presunta expatriación de los presos políticos del 11J a cambio de su salida de esta relación de estados.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones, descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale clic a +Unirme.