Los gobiernos de Joe Biden y de Nicolás Maduro siguen moviéndose entre las sombras de las conversaciones de alto nivel, y de bajo perfil, que comenzaron a establecer en marzo pasado y que, hasta ahora, llevaron al sorpresivo intercambio de los “narcosobrinos” de Cilia Flores que estaban presos en Estados Unidos por siete estadounidenses que se encontraban “secuestrados” en Venezuela.
Por Luis De Jesús | EL NACIONAL
El sábado pasado quedaron en libertad, por una parte, Efraín Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas —que cumplían una pena de 18 años de cárcel por haber intentado ingresar a Estados Unidos 800 kilogramos de cocaína en 2015—. Y, por otra, 5 exdirectivos de la refinería Citgo: Jorge Toledo, Tomeu Vadell, Alirio Zambrano, José Luis Zambrano y José Pereira; además del exmarine Matthew Heath y Osman Khan.
Analistas plantearon a El Nacional las perspectivas que surgen con esta nueva muestra de comunicación directa entre Joe Biden y Nicolás Maduro, que deja a un lado a la dirigencia opositora y que aleja aún más la posibilidad de que los venezolanos encuentren justicia en un país tan clave e importante como Estados Unidos.
Mirna Yonis, miembro del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales, considera que este intercambio revela la trastienda de las negociaciones, donde están mezclados los intereses de los gobiernos de Estados Unidos y de Venezuela y que tendrán consecuencias, aunque no se puede dilucidar cuánto están cediendo o ganando las partes.
“Una puerta de entrada”
Yonis afirmó que desde la administración estadounidense habrían apostado a que esto sea una “puerta de entrada” para pedir otras cosas a Venezuela en el futuro. Los asesores de la Casa Blanca, incluso el propio Biden, tendrían claro cuál es la calidad de confianza que pueden tenerle al gobierno de Maduro, más aún si creen que eso significaría un avance para ir hacia algún encuentro o una mesa de negociación.
“Parece que la consigna de ambas partes es tener un prudente silencio. No confío mucho en el prudente silencio por parte de Maduro porque va a exaltarlo como parte de un triunfo, aunque es un triunfo pírrico frente a lo que hasta ahora no se anuncia, que es una disminución en términos de las sanciones a bienes y otras operaciones, sobre todo las que le interesan al gobierno, y algunos podrían apostar también a los proveedores gringos sobre las facturas petroleras”, manifestó la internacionalista.
“Biden antepone sus intereses”
Antonio De La Cruz, director ejecutivo de Inter American Trends, dijo que la Casa Blanca tiene interés en que regresen sus ciudadanos que están bajo custodia de regímenes como el de Venezuela y resaltó que presos como los Flores constituyen para esta administración una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos.
“Eso significa que sus intereses predominan para buscar liberar a rehenes estadounidenses en países donde los han capturado como política para presionar a Estados Unidos para que tome decisiones con respecto a su política exterior”, dijo.
¿Motivado por el voto?
“La política de Biden siempre ha sido mantener y sobreponer los intereses de su gobierno”, afirmó Yonis.
“El tema es que esos intereses pueden traer consecuencias si se considera que esto —hacer llegar los liberados (estadounidenses) a sus respectivas familias— le puede dar un rasgo más humano y así ganar votos, como ha sido señalado”, agregó.
El canje, indicó la experta, no tendrá beneficios para Biden frente a sus adversarios, ya sean republicanos o algunas alas dentro del propio Partido Demócrata.
“A esto hay que sumarle los lobbies de las distintas nacionalidades, en los que están los venezolanos que han migrado a Estados Unidos —no solamente los que se fueron hace algunos años, sino los que tienen un estatus para votar— y que pueden incidir en la opinión pública en algunos estados y zonas golpeadas por las acciones del gobierno de Estados Unidos, desde el punto de vista federal, y de las gobernaciones”, señaló.
“Un terrible precedente”
En opinión del politólogo Enderson Sequera, director estratégico del medio digital de análisis político Politiks y expresidente de la Federación Venezolana de Estudiantes de Ciencias Políticas, el canje de “presos políticos americanos inocentes por narcotraficantes probados” es un “terrible precedente” para la democratización en Venezuela.
“Básicamente, la administración Biden envía un mensaje a Maduro —y a sus aliados autócratas alrededor del mundo— de que lo único que necesitan para torcer el brazo del sistema de justicia americano es tomar rehenes estadounidenses para usarlos como ficha de cambio. Este canje crea incentivos perversos que los autócratas y enemigos de la democracia usarán para sentarse a negociar directamente con Estados Unidos”, dijo.
“(También) envía un mensaje terrible a las víctimas del chavismo en Venezuela, (donde) no hay Estado de Derecho. Muchas de las víctimas confían en los tribunales internacionales para que se haga la justicia que no reciben en casa. Con este intercambio, el gobierno de Biden le dice a las víctimas que la justicia tendrá que esperar”, afirmó.
Sequera expresó que mientras el presidente norteamericano recuperó a siete ciudadanos y Maduro a sus dos sobrinos, los venezolanos perdieron la oportunidad de hacer justicia.
Lea la nota completa en EL NACIONAL
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.