El ex presidente del gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero mantiene un «optimismo moderado» sobre la realización de las elecciones presidenciales en Venezuela, previstas para el 28 de julio, pese a las distintas trampas puestas en marcha por el chavismo. El principal aliado de Nicolás Maduro en Europa insistió, en entrevista con la Agencia Efe, en que «ojalá esas elecciones se pudieran celebrar normalmente, con las menos restricciones externas… Incluso sin sanciones de Estados Unidos», aseguró tras su intervención en la 58 Convención Bancaria que se realiza en Cartagena de Indias (Colombia).
«Ojalá hubiera algún cambio de actitud de aquí a las elecciones en relación con las sanciones», insistió Zapatero, que coincide con la misma narrativa que mantiene el gobierno.
Hasta ahora, la revolución bolivariana ha embestido una y otra vez contra los acuerdos de Barbados entre gobierno y oposición, con auspicio internacional. Primero al prohibir la participación de la ganadora de las elecciones primarias de la oposición, María Corina Machado, y de su sustituta, la filósofa de 80 años Corina Yoris. Y segundo, al impedir el voto de alrededor de cinco millones de venezolanos que están en el exterior y de cientos de miles de nuevos votantes en el interior de Venezuela.
La oposición ha denunciado en las últimas horas que el gobierno prepara un nuevo golpe desde el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Sus dirigentes fueron informados de que los jueces amenazan la candidatura del diplomático Edmundo González Urrutia, que representa a la Unidad Democrática y que encabeza todas las encuestas, doblando o triplicando incluso los apoyos de Maduro.
Zapatero también adelantó que espera una marcha atrás del chavismo con respecto a la retirada de la invitación a la misión electoral de la Unión Europea (UE), reprochada previamente por el presidente brasileño, Lula da Silva, y por el gobierno español. «Creo que hay tiempo hábil para llegar a un acuerdo, siempre hay tiempo cuando hay voluntad política, siempre hay tiempo. Eso es una lección que aprendes», repitió Zapatero.
El gobierno de Maduro vetó a la UE como represalia porque Bruselas sólo perdonó al presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, a quien suspendió las sanciones, y no al resto de jerarcas, generales, colaboracionistas, jueces y torturadores. A todos ellos se les impide la entrada a los países europeos.